¿Qué es el aquaplaning y cómo reaccionar si te sucede?

13 octubre | 2021 | Goodyear

Seguro que has oído hablar del aquaplaning, pero ¿sabes qué hacer para evitarlo y cómo reaccionar si te ocurre durante la conducción?

Cuando conducimos en condiciones meteorológicas adversas, debemos extremar la precaución al volante de nuestro coche, por el bien de nuestra seguridad. El otoño e invierno traen consigo muchos días lluviosos y, en los días de lluvia, hemos de cambiar, en gran medida, nuestra forma de conducir, puesto que la visibilidad se reduce y los neumáticos pierden adherencia. Ante todo, debemos conducir con sentido común y seguir una serie de trucos técnicos de conducción y consejos para la conducción con lluvia o sobre mojado. ¿Sabes cómo evitar el efecto aquaplaning en carretera? Te contamos qué debes tener en cuenta, qué elementos revisar y cómo conducir en situaciones metereológicas adversas.

Efecto aquaplaning

En otoño e invierno, las condiciones metereológicas influyen en el estado de las carreteras y en nuestra forma de conducir. El exceso de lluvia y problemas de evacuación de agua nos hacen mantener especial atención a los charcos y las balsas que se forman en las estaciones lluviosas y que pueden provocar el temido efecto aquaplaning. Este efecto se produce cuando los neumáticos no pueden evacuar toda el agua concentrada, por lo que perdemos la tracción y el control del vehículo, lo que provoca que el coche se deslice sobre una capa fina de agua situada entre la carretera y los neumáticos.

Otro fenómeno muy típico de los días de lluvia son el subviraje y el sobreviraje. Ambas situaciones se producen siempre en curvas y normalmente se producen al tomar una curva con demasiada velocidad. Si a este exceso de velocidad le unimos un deficiente estado del pavimento o unos neumáticos en mal estado, tenemos todos los ingredientes para podemos llevarnos un buen susto.

El subviraje sucede cuando derrapan las ruedas delanteras, al tomar una curva el coche gira menos de lo que debería y acabamos tomando una trayectoria más abierta de la que debemos. Para corregirlo, tenemos que actuar con mucha calma y tacto. La mejor técnica es levantar el pedal del acelerador a la vez que deshacemos el giro con suavidad y pisamos el freno ligeramente.

El sobreviraje es el derrape de las ruedas traseras, es decir, el típico trompo. Para corregirlo debemos pisar el embrague a la vez que giramos el volante en el sentido de la derrapada. Una vez corregido el desvío, soltaremos el embrague y pisaremos el acelerador de forma suave para que el coche se mantenga estable

¿Qué hacer en caso de aquaplaning?

Ante tal situación, jamás hemos de pisar el freno, solo tenemos que levantar suavemente el pie del acelerador y mantener la dirección del volante si circulamos por una recta. Si estamos tomando una curva, el procedimiento viene a ser muy parecido, solo que en vez de dejar quieto el volante debemos girarlo lo justo para trazar la curva por la que circulamos. El giro siempre debe ser suave, hasta que notemos que el vehículo recupere el agarre.

Claves para evitar el aquaplaning

Un buen mantenimiento de nuestro vehículo nos garantiza eficiencia y rapidez en la reacción a las diferentes condiciones climatológicas. Antes de salir a la carretera en las estaciones lluviosas, revisa el correcto funcionamiento de tu coche:

El estado de los neumáticos, un factor clave

La adherencia de los neumáticos disminuye con la lluvia, por lo que deben estar en óptimo estado para que puedan evacuar toda el agua posible. El dibujo ha de conservar una profundidad mínima de 1,6 milímetros. Además, hemos de vigilar su presión de forma periódica

Esto es muy importante y, para entenderlo mejor, pongamos un ejemplo. Unos neumáticos nuevos suelen tener una profundidad media de 8 milímetros en su dibujo; sin embargo, con el paso de los kilómetros, ese dibujo se va reduciendo hasta que es obligatorio sustituirlos cuando alcanzan la profundidad de 1,6 milímetros, el mínimo que marca la ley.

Pero eso también afecta al aquaplaning y a los riesgos de sufrir un accidente: cuanta menos profundidad tenga el dibujo del neumático, más posibilidades de que el coche pueda patinar en caso de lluvia y, por tanto, sufrir un accidente. Por tanto, tanto las diferentes marcas de coches como los fabricantes de neumáticos coinciden en recomendar que no se apure el uso de los neumáticos por seguridad… y para ahorrarnos la multa que puede alcanzar los 200 euros por cada neumático desgastado en exceso.

Aquaplanning

La presión correcta también afecta a la conducción y, por tanto, también es importantísimo en caso de lluvia. Una presión incorrecta, tanto por exceso como por defecto, puede hacer que el coche no se pueda conducir normalmente, aumentando además las posibilidades de sufrir un pinchazo o de que el neumático no se agarre totalmente al asfalto. Por eso, en condiciones de asfalto mojado, no llevar la presión correcta puede aumentar las posibilidades de sufrir aquaplaning.

Además de asegurarnos que están en buen estado, la elección de unos buenos neumáticos es clave. Cada vez más conductores eligen neumáticos “all season, que garantizan un alto rendimiento durante todo el año evitando el engorro de andar cambiando las gomas de verano a invierno y viceversa. En 1977 Goodyear inventó la categoría todo tiempo y, desde entonces, este tipo de neumáticos ha evolucionado mucho para ofrecer altos rendimientos en las cuatro estaciones del año. Por eso, la gama Goodyear Vector 4Seasons, diseñada con un área de contacto más ancho y plano y unos surcos hidrodinámicos para mejorar la resistencia al aquaplaning, es una excelente opción para el clima de España.

Disminuir la velocidad e incrementar la distancia de seguridad

Ante cualquier fenómeno climático adverso, la primera premisa es reducir la velocidad. En el caso de la lluvia, las prestaciones del coche se ven afectadas y la visibilidad se reduce de modo considerable, por lo que has de levantar el pie del acelerador. También es fundamental aumentar la distancia de seguridad al doble de la que mantendríamos en condiciones normales, puesto que, al frenar, la capacidad de agarre de los neumáticos disminuye notablemente. Por último, al aumentar la distancia nos encontraremos con menos agua levantada por el vehículo que nos precede y tendremos más tiempo de reacción ante cualquier imprevisto.

Conducir suavemente y evitar las brusquedades

Una conducción suave es mucho más eficiente y segura en cualquier circunstancia. Más, si cabe, cuando circulamos con lluvia. De hecho, los demás conductores percibirán mejor nuestros movimientos y evitaremos posibles incidencias. Por tanto, debemos tratar de utilizar todos los mandos de control con suavidad y sin frenadas bruscas, acelerones o cambios de dirección inesperados.

Cuidado con las marcas viales

Las marcas viales con pintura blanca de la calzada, como pasos de cebra o delimitación de carriles, proporcionan menor agarre, por lo que hemos de poner especial atención en esos tramos (sobre todo, en los pasos de peatones), puesto que tienen pintada bastante superficie y la adherencia disminuye de forma notable.

El aquaplaning es uno de los mayores peligros a los que nos exponemos durante la conducción, especialmente en otoño e invierno, aunque esta situación puede darse en cualquier momento de lluvia. Por eso, es fundamental conducir con extrema precaución sobre pavimento mojado y asegurarse de que los neumáticos están en perfecto estado para evitar posibles accidentes.

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