Cómo camperizar una furgoneta

30 octubre | 2018 | Goodyear

En Goodyear te enseñamos cómo camperizar tu furgoneta. Solo tendrás que pensar en hacer kilómetros en tu escapada

Tienes una furgoneta y quieres convertirla en tu casa con ruedas, es decir, camperizarla. Puede ser grande o pequeña, incluso una ambulancia, muy de moda últimamente por tratarse de vehículos con grandes posibilidades. Lo importante es que tengas clara tu idea y que no te olvides de cómo afectará a tu cuenta corriente, que también es importante. Para conseguir tu casa con ruedas ideal hay que valorar muchos aspectos diferentes: será un proceso largo, pero muy divertido y el resultado merecerá la pena. En Goodyear, te damos unos sencillos consejos para camperizar tu furgoneta y sólo tendrás que preocuparte por los kilómetros que quieras hacer en tu próxima escapada.

Diseño: el corazón de la furgoneta

Tenemos que diseñar el interior de la furgoneta, un proceso que podemos hacer antes o después de aislarla, pero que nos va a acompañar los (muchos) años que vayamos a disfrutar de nuestro nuevo vehículo. Es bueno dejarnos asesorar por un profesional, ya que podemos pasar por alto algunas de las necesidades que vayamos a tener en nuestra furgoneta camperizada.

Además de los muebles, que es lo primero en lo que pensamos, hay que tener en cuenta la cama, la ducha, la instalación eléctrica, el aislamiento y hasta el sistema de calefacción. Todo es imprescindible para poder disfrutar de nuestra furgoneta una vez que esté camperizada porque todos esos elementos los necesitaremos a diario. No olvides el mantenimiento habitual de un coche y presta especial atención a los neumáticos, primera barrera de seguridad de nuestro vehículo.

Camperizar una furgoneta

 

La importancia del aislamiento

Si ya tenemos la furgoneta, el primer paso es aislarla. Si vamos a convertir el vehículo en nuestra casa rodante, tenemos que garantizar el confort y es imprescindible dotarlo del mejor aislamiento posible. El calor del verano o el frío y la humedad del invierno no pueden arruinar una escapada idílica o las vacaciones que tanto tiempo llevábamos esperando.

>Hay varios tipos de material para aislar una furgoneta: la más extendida es la lana de roca, un material fabricado a partir de roca volcánica muy recomendable. Podemos combinarlo con aislante del utilizado en el mundo de la construcción o espuma auto-adhesiva; en ambos casos se compra por rollos de varios metros dependiendo de nuestras necesidades.

Muebles buenos, finos y resistentes

los muebles que necesitamos. Esta será una decisión muy importante ya que no estamos hablando sólo de diseño: lo que compremos incidirá directamente en algo tan diferente como el consumo del vehículo.

Además de muebles que ahorren espacio, necesitamos equipar la furgoneta con material que sea resistente y ligero. Esa combinación nos ayudará a tener a mano todo lo necesario y, además, no provocar un exceso de peso en el vehículo que incidiría directamente en un mayor consumo en cada kilómetro que vayamos a recorrer… y van a ser muchos.

El problema del frío y el calor

Hemos aislado la furgoneta y con eso nos garantizamos que no pasaremos calor en verano ni nos congelaremos de frío en invierno. Pero, ¿es suficiente? Si tienes pensado disfrutar de tu furgoneta en cualquier estación tienes que tener en cuenta que te enfrentas a dos problemas.

El primero, el calor del verano: podemos instalar sistemas de aire acondicionado para la furgoneta que aliviarán los duros días de estío en los que el termómetro supera los 40 grados. Hay soluciones adaptadas que no te quitarán apenas espacio.

El segundo, el frío del invierno: si vamos a frecuentar la montaña es bueno saber que las temperaturas bajo cero pueden romper los sistemas de agua. Nuestro consejo es que, al diseñar el equipamiento que necesitas, apuestes por un sistema de calefacción dual que mantenga siempre caliente el agua.

¿Cuánto me va a costar?

Es, probablemente, la gran pregunta que todos aquellos que han decidido camperizar una furgoneta se han hecho antes de ponerse manos a la obra. Y lo cierto es que no tiene una respuesta fácil: hay precios para todos los bolsillos, ya que cualquiera de los pasos de los que hemos hablado se pueden dar con materiales de lujo, de buena calidad, de categoría media o, incluso, low cost.

En términos generales podemos decir que el presupuesto dependerá del tamaño de la furgoneta y puede variar desde los 2.000 euros que costaría camperizar una furgo pequeña con el aislamiento y una cama, hasta los más de 10.000 que nos gastaremos si vamos a convertir una furgoneta grande tipo ambulancia en nuestra casa rodante. Y cada detalle que queramos añadir significará un nuevo pellizco a nuestra economía.

Camperizar una furgoneta, es decir, convertir un vehículo industrial en una casa con ruedas para vivir sin prisas y a nuestro ritmo está de moda. Disfrutar de la naturaleza sin tener que estar pendientes de horarios y hoteles es un lujo a nuestro alcance. Sólo hay que tener ganas, ideas y kilómetros por recorrer.

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