Los 20 coches más feos del mundo

28 enero | 2021 | Javier Reyero

Aunque la belleza está en los ojos del que mira, son muchos los usuarios que opinan que estos son los 20 coches más feos del mundo. ¿Qué opinas?

Se suele decir que la fealdad es un concepto abstracto, subjetivo y muy personal. Al final todo depende de los ojos con los que se mire, aunque también es cierto que se ha llegado al consenso de que existen unos cánones de belleza y, por tanto, también de fealdad. En lo que se refiere a los coches, podríamos decir sin temor a equivocarnos que existen tres principios estéticos fundamentales: la proporción, el estilo y los detalles y su incumplimiento da lugar a un posible ránking de los coches más feos.

El diseño exterior es la carta de presentación del coche y, además, uno de los elementos que más tienen en cuenta los conductores a la hora de elegir un vehículo. Las marcas lo saben y desde hace décadas buscan sacar partido de estos deseos irracionales. Los profesionales del diseño tratan de ofrecer a los conductores un producto innovador en su exterior, combinado con el resto de características que se valoran en un buen vehículo.

Para gustos ya están los colores y los libros de marketing enseñan que cada gusto es un mercado a explotar. Las marcas desde siempre han intentado arriesgar con el diseño para llegar a un público más amplio.

El siguiente ranking está compuesto por los veinte coches más feos que han pisado las carreteras. Podemos encontrar vehículos que han salido al mercado en los últimos años, pero también modelos que aparecieron a lo largo del siglo XX. Casi ningún fabricante, ni siquiera las marcas más famosas y fiables, se salvan de las críticas a los diseñadores que en ocasiones han ido muy lejos con sus diseños, equivocándose en las proporciones, proponiendo un estilo poco agraciado o escamoteando detalles esenciales. En cualquier caso, si la belleza y la fealdad son conceptos subjetivos, también lo es este top de coches feos.

BMW Isetta

En la década de los 50, la marca alemana BMW estaba al borde de la bancarrota al disminuir drásticamente la producción de motocicletas. Necesitaban un vehículo que fuera un superventas y cuyos costes de producción fueran mínimos. Iso Rivolta, fabricante italiano de frigoríficos y minicoches, vendió a los alemanes los derechos de un triciclo que tenía expuesto en el Salón del Automóvil de Turín de 1954 y BMW lo convirtió en un minicoche de puerta delantera y un motor de cuatro tiempos de un solo cilindro en la parte trasera. A pesar de su extravagante diseño y modestas prestaciones, el Isetta vendió en su primer año más de 10.000 unidades convirtiéndose en el superventas que BMW necesitaba.

BMW Isetta

Fiat Multipla

Si hay un modelo que siempre está en el ranking de vehículos más feos es el Multipla. Fiat, famosa por su buen estilo en la fabricación de vehículos, cometió tantos errores en el diseño del monovolumen como aciertos en lo referente a funcionalidad y consumo. Los italianos fueron conscientes del error e intentaron mejorar el aspecto exterior pocos años después. Todavía se siguen viendo ejemplares, a pesar de que dejaron de venderse hace ya diez años.

Fiat Multipla

Pontiac Aztek

Mundialmente conocido tras la emisión de la serie Breaking Bad, una de las series míticas de televisión este crossover tiene el dudoso honor de competir con el Multipla en todas las listas de vehículos feos. General Motors se dio cuenta del error y dejó de fabricarlo a los cuatro años; curiosamente en la cuarta temporada de la serie, Walter White, el protagonista de Breaking Bad, también se deshace de él y lo cambia por un Chrysler 300.

 Aurora

Diseñado y construido en la década de los 50 por el sacerdote católico Alfred Juliano, el Aurora buscaba ser el coche más seguro del mundo: tenía cinturones de seguridad, barras antivuelco y el abombamiento del parabrisas intentaba evitar que los pasajeros impactaran contra él, mientras el parachoques trasero estaba relleno de espuma. En cuanto a seguridad fue un vehículo adelantado a su época, pero sus grotescas formas exteriores lo condenaron al fracaso, y a Aurora Motor Company a la bancarrota.

 Peel P50

Sin duda, el modelo más pequeño de esta clasificación. Contaba con una sola puerta que se abría lateralmente y solo tenía un faro. Las tres marchas delanteras eran suficientes para mover un motor de 49 centímetros cúbicos y que apenas tenía 4.5 CV.

Peel P50

Reliant Robin

Este coche apareció en los años 50 y fue un gran éxito en Gran Bretaña, donde pagaba impuestos como una moto al tener tres ruedas. Esta peculiaridad y su consiguiente inestabilidad en las curvas no impidió que se vendiera con gran éxito durante décadas.

Reliant Robin

AMC Gremlin

Fabricado entre 1970 y 1978, es un claro ejemplo de priorizar lo económico (el mundo estaba inmerso en la crisis del petróleo) frente a lo estético. La apuesta le salió bien a la American Motors y fue uno de los coches más vendidos en el mercado estadounidense.

AMC Gremlin

Tata Nano

Al gigante indio Tata no le salió tan bien como a American Motors su apuesta por lo económico. Destinado a vender millones por su pequeño tamaño y su bajo precio, su falta de medidas de seguridad (cero estrellas en las pruebas de choque Global NCAP en protección para adultos) y su falta de atractivo convirtieron al Nano en un fracaso comercial.

Tata Nano

Ford Edsel

La extraña calandra vertical que preside el frontal del vehículo recibió en su día todo tipo de apelativos soeces; si a un diseño extravagante se le une un consumo disparado, una deficiente caja de cambios y una emisión de humos altísima, no es de extrañar que el Edsel sea considerado el mayor fracaso de Ford en su historia.

 SsangYong Rodius

Este modelo es otro de los clásicos que no suelen faltar en la lista de coches poco agraciados. Una apuesta muy arriesgada de la marca coreana, tan criticada por su aspecto exterior (esa especie de voladizo en el techo de la parte trasera y esas líneas tan rectas), como elogiada por su amplio espacio y precio ajustado.

Sebring Vanguard Citicar

A pesar de tener un aspecto más de carrito de golf que de coche, de ser un biplaza eléctrico con un motor de tan solo 3.5 CV y de generar una velocidad máxima de 40 km/h, el Citicar fue un boom de ventas inesperado a mediados de la década de los 70 en Estados Unidos. La crisis del petróleo favoreció, sin duda, el éxito del considerado primer modelo eléctrico de producción de la historia.

Chrysler PT Cruiser

Inspirado en un clásico de la marca, el Chrysler Airflow Imperial de 1934, el PT Cruiser fue un incomprendido debido a su peculiar diseño: un morro quizá demasiado alargado, unos sobredimensionados pasos de rueda y un extraño techo ascendente. Comercialmente le fue bien, estuvo once años en el catálogo de la marca, aunque en claro descenso desde la temporada siguiente a la que fue lanzado.

Nissan Cube

En Japón es muy habitual diseñar coches-cubo o cuadrados, pero el público europeo no acaba de entender esta estética y casi los toma por microfurgonetas de reparto ciudadano. El Nissan Cube fue otro vehículo de buenas prestaciones, pero cuyo diseño arriesgado no se ganó en ningún momento la simpatía de los conductores.

Nissan Cube

Audi A2

El gran error de la marca alemana, un vehículo que se salía de las líneas clásicas y deportivas que caracterizan a Audi y tuvo que ser retirado del mercado al poco tiempo debido a sus malos números de ventas.

Audi A2

Renault Twingo

La marca francesa lo destinó para usarse casi exclusivamente en la ciudad por su tamaño, facilidad de aparcamiento y poco consumo. Y acertó de pleno desde el punto de vista comercial, a pesar de tener una estética muy mejorable. Esas tres “salidas de humo” del capó, junto con unas líneas redondeadas que le hacían asemejarse a un huevo, le daban un aspecto con grandes márgenes de mejora.

Toyota Yaris Verso

La compañía japonesa quiso hacer un monovolumen partiendo del exitoso utilitario Yaris y la verdad es que el resultado, desde el punto de vista estético, dejó bastante que desear.

Toyota Yaris Verso

Aston Martin Lagonda

Salió a la venta por unos 250.000 euros para un público evidentemente muy pudiente. Fue el primer vehículo que se controlaba por ordenador, pero el problema radicó en que rara vez funcionaba correctamente. Se mantuvo en el mercado entre 1974 y 1990 y solo se produjeron 645 unidades.

Aston Martin Lagonda

Toyota WiLL

Diseñado en 1999 y dirigido a un público juvenil, su extravagante diseño futurista consiguió que fuera un fracaso a nivel comercial.

Toyota WiLL

Citroën Ami 6 Berlina

Para usted, señora“. Era 1961 cuando la marca francesa utilizaba este reclamo publicitario para lanzar al mercado una berlina con un diseño controvertido: tenía una luna trasera invertida, que unía el techo del vehículo con la puerta del maletero y de esta forma ganaba algo más de espacio. Esta berlina estaba inspirada en los modelos 2 CV y DS y llegó a vender más de un millón de unidades hasta 1979, fecha en la que dejó de fabricarse.

Seat Toledo (3ª Generación)

También hay espacio en esta clasificación para marcas españolas. La tercera versión del Toledo resultó ser un intento de cambiar y modernizar un modelo que estaba funcionando muy bien en el mercado y no fue una buena idea. El automóvil no era ni un monovolumen, ni una berlina ni un compacto, y al final no gustó a nadie.

Arriesgar con el diseño es una de las mejores formas de innovar, pero a veces no sale bien. Repasando los veinte coches más feos de la historia parece que, en algunos casos, la practicidad ganó la partida al diseño, como es el caso del Nissan Cube o del Fiat Multipla, todo un clásico en cualquier ranking de vehículos feos. En otras ocasiones, la estética exterior es demasiado vanguardista (Toyota WiLL) o se adelantó a su tiempo, y finalmente a veces sale todo mal: desde el diseño hasta las prestaciones del vehículo en cuestión.

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