¿Estás pensando dónde comer en La Rioja? Te presentamos nuestra selección de los mejores restaurantes que harán las delicias de los gourmets más exigentes.
En términos formales, foodie: dícese del aficionado no profesional a la comida y a la bebida. Para entendernos: tú, yo, y el resto de los mortales.
Calle Laurel
Y es que no se puede conocer bien un lugar sin catar su gastronomía y productos típicos. Recuerdo Logroño y pienso en la calle Laurel, por donde no se hace ruta turística, sino foodie, muy foodie. Y en honor a quienes en su camino a convertirse en expertos gastronómicos, inclinaron más el codo que sostenía la copa que el del pincho, ahora se la conoce como ‘la senda de los elefantes’.
Esta calle son bares y más bares. Y en cada uno, una especialidad: setas, pinchos morunos, tortilla de patatas, oreja de cerdo… Todos ellos con un ingrediente común: tinto, rosado o blanco.
Pensar en La Rioja es sinónimo de viñedos, paisajes, estampas rurales y buen beber. Pero es que cuando estás allí, todo esto se cumple. Es serenidad, son pequeñas ciudades y diminutos pueblos, todos con un ingrediente común, aparte del tinto, y es el encanto que te embruja deseando que ese fin de semana no termine.
La Guardia
Y cuando al paladar le das buenos pinchos, ¿qué te pide al día siguiente? ¡Más y mejores pinchos! Y pensarás: más, sí, pero ¿mejores? Pues si no mejor, igualmente espectacular es la comida que preparan en La Guardia, en La Rioja Alavesa, lo cual sumado a la calidez que le aportan sus callejuelas, que parecen sacadas de una estampa del medievo, hacen de éste un lugar repleto de magia.
Bodegas
El mejor momento para dar fe de ello es después de haber visitado una bodega que hace gala de unir los conceptos más rurales y los más vanguardistas en un contraste visual que no pasará desapercibido ante tus ojos. Te hablo de Marqués de Riscal, de sus viñedos, de la calidad de su vino, de la selección de las mejores uvas… y de lo espectacular del diseño del hotel construido allí, emulando los colores del mejor caldo rojo. Para visitarla, no olvides hacer antes la reserva online, porque te sorprenderá. Al igual que no te pasarán inadvertidas otras bodegas tan típicas, a la par que de visita obligada, como Ysios o Biagorri. La primera, buscando integrar una espectacular estructura de Calatrava en el entorno que la envuelve, alzándose como un templo consagrado al fruto de la vid, haciendo gala de Isis y Osiris como las referencias divinas del mejor caldo bañado de rojo.
Baigorri, por su parte, encierra como el buen vino toda su esencia de la mejor calidad en una caja de cristal. Vidrio que envuelve la calidad humana de la bodega, al igual que la botella hace lo propio con las mejores cosechas en componente líquido.
Fin de fiesta
¿Tienes tiempo para un día más en La Rioja? Entonces estás de suerte, porque sabemos dónde podrás poner el mejor broche gastronómico a tu fin de semana en forma de gran festín. Se llama Sopitas y está en Arnedo. No puedo darte más datos, porque ¡tienes que probarlo!
Después de unos días degustando a este nivel, seguro que tú también tendrás la sensación de que te fuiste siendo un foodie y vuelves siendo un gourmet.
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