Cómo conducir con sol: por qué la visión es un factor de riesgo en la conducción

20 febrero | 2019 | Goodyear

En Goodyear te recomendamos cómo conducir con sol de forma segura. Descubre cómo proteger tu visión y evitar riesgos

El 90% de la información que necesita el conductor llega a través de sus ojos. Así lo asegura el estudio “Protección visual en la conducción” elaborado por el RACE. A pesar de este dato tan significativo, ¿prestamos suficiente atención a nuestra salud visual? Una mala visión es un factor de riesgo en la carretera. En Goodyear te explicamos el porqué y te damos recomendaciones de cómo conducir con sol.

La edad, el estado psicofísico o las enfermedades oculares son factores de riesgo que influyen en la calidad de la visión de los conductores pero no los únicos. Entre los factores concurrentes, llamados externos o ambientales, que afectan a la visión del conductor y pueden aumentar el riesgo de accidente de tráfico encontramos la conducción nocturna, la baja luminosidad por efectos atmosféricos y los deslumbramientos en carretera, ya sea por las luces de otros vehículos o por el sol. En este último caso, elegir las gafas de sol adecuadas y seguir una serie de recomendaciones en carretera podrá atenuar los efectos de la luz solar en la conducción. Más significativos se presentan estos consejos teniendo en cuenta que 20% de los conductores nunca usa gafas de sol al conducir, aunque el 5% de los accidentes suceden por deslumbramiento en horas crepusculares (al amanecer o atardecer).

Gafas de sol y conduccion

Riesgos de conducir con sol

Conducir con el sol de frente en las horas de puesta y salida, el reflejo del sol en el asfalto mojado, el efecto de la luz de mediodía sobre el capó de otros vehículos provoca, en muchos casos, pérdida temporal de visión e incrementan el riesgo de accidente de tráfico (por colisión o salida de la vía).

¿Sabes por qué la radiación invisible es un factor de riesgo en carretera? Una exposición prolongada a la radiación ultravioleta (RV) y radiación infrarroja (IR), sin la adecuada protección, aumenta el riesgo de patologías oculares, no sólo en la piel.

Durante la conducción exigimos a nuestros ojos mantener la atención fija durante largo período de tiempo en un campo visual limitado sin disminuir la atención. En estos casos, no sólo la radiación directa sino la radiación solar reflejada (la exposición al sol en la nieve o la arena de las playas o el agua) afecta a la visión de los conductores produciendo fatiga visual. Además, al conducir concentramos la atención en una zona estable del campo visual con pocos cambios de acomodación, sobre todo en viajes largos, lo que aumenta esa sensación. Se hace entonces especialmente importante realizar paradas frecuentes para descansar la vista.

Mientras conducimos, al igual que cuando realizamos una tarea frente al ordenador, baja la frecuencia de parpadeo. Mantenemos la atención fija y el acto reflejo de parpadear disminuye lo que produce picor de ojos, cansancio, pesadez, sensación de arenilla en los ojos…

Cómo deben ser tus gafas de sol para conducir

¿Sabes cómo elegir tus gafas de sol para conducir y paliar los efectos de la radiación solar en carretera?

  • Entre las características que deben cumplir, además de la normativa europea, las gafas de sol deben filtrar las radiaciones ultravioletas (filtro solar 3) y del rango azul de la luz visible.
  • Consulta los grados de absorción de los rayos ultravioletas (UV) y rayos infrarrojos (IR).
  • Las gafas de sol no deben en ningún caso  limitar el campo visual y entorpecer la visión en carretera.
  • Presta atención a que tus lentes solares protejan al ojo de la sequedad ocular que se produce por el viento y la disminución de la frecuencia de parpadeo.
  • Valora la posibilidad de usar cristales polarizados, óptimos para eliminar los reflejos en conducción.

Cómo conducir con sol

Para conducir con sol y afrontar los efectos de la radiación visible e invisible ya hemos visto que usar gafas de sol adecuadas es clave. Especialmente importante para conductores que realicen muchas horas al volante, en regiones con alto número de días de sol, durante el verano en zonas con amplias variaciones estacionales y personas operadas de cataratas. Pero qué otras recomendaciones debes seguir para conducir con sol.

  • Limita el tiempo de conducción, realizando paradas frecuentes para descansar la vista e hidratarte.
  • Utiliza lágrimas artificiales para paliar la sensación de sequedad ocular.
  • Evita conducir con el sol de frente modera la velocidad en esos casos.
  • Mantén una adecuada temperatura dentro del habitáculo del vehículo para paliar la sensación de fatiga y cansancio.
  • Revisa tu vista de forma periódica y asegura tu seguridad y la de los que te rodean en carretera. De esta forma, evitarás la aparición de patologías oculares en las que pueden tener influencia la exposición acumulada de radiación solar.

Sol y nieve

Cómo conducir con sol y nieve

Los reflejos ocasionados por la luz solar son un factor de riesgo en carretera. También al conducir con sol y nieve. Conducir con reflejos en la nieve requiere utilizar gafas de sol homologadas con un nivel de protección adecuado para la conducción. En las gafas de sol existen 5 categorías que van de menor a mayor protección. Los niveles 2 y 3 las mejores para un uso medio, incluyendo la conducción y el nivel 4 adaptado a usos extremos, por ejemplo, en paisajes nevados o deportes acuáticos, no apto para la conducción.

La lesión ocular más frecuente en la nieve es la queratitis solar o fotoqueratitis. La ceguera de la nieve es una inflamación de la córnea ocasionada por la exposición a la luz solar sin la adecuada protección.

Las gafas para esquiar o para deportes de nieve en general, deben ser:

  • Gafas homologadas, que cumplan con las normas ISO y exhiban la marca CE.
  • El filtro recomendado es grado 4.
  • Gafas polarizadas para reducir los reflejos.
  • Gafas lo más cerradas posibles para evitar molestias con los reflejos laterales.
  • Gafas con un material resistente.

Circulación con nieve: cuatro niveles de dificultad

Circular con nieve requiere prestar especial atención a la carretera y la señalización del estado del firme.

  • Nivel verde. Comienza a nevar y aunque la circulación no se ve afectada, se recomienda no sobrepasar la velocidad de 100 kilómetros por hora en autopistas y autovías, y de 80 kilómetros por hora en el resto de las carreteras. Los camiones deben circular por el carril derecho y no deben adelantar.
  • Nivel amarillo. La calzada empieza a cubrirse de nieve. Camiones y vehículos articulados no pueden circular y turismos y autobuses no deben hacerlo a más de 60 kilómetros por hora.
  • Nivel rojo. Habitual en puertos de montaña, la circulación sólo es posible haciendo uso de las cadenas u otros dispositivos autorizados. La velocidad máxima permitida es de 30 kilómetros por hora y no se permite la circulación de autobuses, camiones y vehículos articulados.
  • Nivel negro. La carretera se encuentra intransitable para cualquier tipo de vehículo.

Cuida tu visión en carretera y reducirás uno de los factores de riesgo en la conducción. Proteger nuestros ojos de la radiación solar y los deslumbramientos y reflejos (también con nieve) es clave para un viaje seguro y placentero.

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