Dónde comer con niños en Madrid: 5 restaurantes kidsfriendly

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En casa nos gusta aprovechar los fines de semana para salir a comer fuera (dentro de nuestras posibilidades) y disfrutar de buena gastronomía en familia. Y esto último, lo de hacerlo en familia, nos ha llevado a afinar el olfato para encontrar restaurantes de aquellos que se han venido a llamar kidsfriendly. En nuestro caso, sin embargo y a diferencia de otras personas, no consideramos que un espacio es amigo de los niños porque tenga columpios para aparcarlos un rato o un menú infantil que suele brillar por sus escasas propiedades nutritivas. Para nosotros, un restaurante es amigo de los niños cuando recibe a éstos con los brazos abiertos, los trata con cariño y aunque sean pequeños tiene detalles tan simples (pero difíciles de encontrar) como ponerles cubiertos y vasos a su medida. Aquí van cinco en los que nos hemos sentido con en casa en Madrid:

Lamucca: Tienen cuatro locales igual de encantadores, pero a nosotros nos ha ganado el de la Calle Pez, en pleno barrio de Malasaña, por esa terraza tan ideal que tiene en una plaza tan bonita como tranquila y poco conocida. Si a eso añades un servicio rápido, una comida deliciosa (el Pad Thai y el pollo al curry son fascinantes) y unos camareros que siempre te atienden con una sonrisa en la boca y se muestran encantadores con los niños, ya tenemos la combinación ganadora. ¡Una apuesta 100% segura!

Serafina: A un paso de Sol y del centro neurálgico de Madrid se encuentra este restaurante que nos conquistó por su cocina, en muchos casos basada en una reinvención de las tapas tradicionales hecha con mucho mimo y muy buenos ingredientes.  Nosotros siempre solemos apostar por compartir platos de picoteo. Están todos deliciosos, pero nos chifla especialmente el wanton de langostinos y verduras. Se me cae la baba solo de pensarlo. Y los postres… ¡Ay los postres! La tarta de zanahoria con cobertura de cítricos es de lo más espectacular que he probado. Quizás por eso hemos ido casi más veces a merendar que a comer. Es una perdición. Atención de 10 y una decoración chulísima (medio industrial, medio vintaje) hacen el resto para una experiencia inmejorable.  

New York Burguer: Los conocimos cuando sólo contaban con dos restaurantes. Ahora ya van por cuatro, lo que es síntoma de que hacen bien las cosas. Para mí, la mejor hamburguesería de Madrid: una carne deliciosa, patatas y entrantes caseros, postres para quitar el hipo y, sobre todo, un trato exquisito hacia el cliente. Ya mucho antes de ser padre esto último era lo que más me gustaba. Desde que soy padre lo valoro aún mucho más. Nuestra hija se siente como en casa.

Kilómetros de pizza: Mentiría si dijese que es mi pizzeria favorita de Madrid, pero todo en su carta está delicioso y a los peques siempre le fascina la peculiaridad de poder coger la pizza por metros. Además, a diferencia de otros restaurantes italianos, me gusta que hay sensación de mucho espacio en el local, algo que cuando vas con un terremoto a cuestas se agradece. La atención es uno de los fuertes del restaurante. Y el parque que hay enfrente, siempre repleto de niños, también. A mí, personalmente, me encanta su cocina abierta al público. Parada obligatoria para los amantes de la cocina italiana.

Bambubox: En casa nos encanta la comida asiática y al ladito mismo de la Gran Vía tenemos nuestro restaurante de referencia. Bambubox es un tailandés delicioso en el que los niños, siempre amantes del arroz y de la pasta, tienen una apuesta segura para salir con el estómago lleno. Pocas mesas, mucho espacio para moverse, comida hecha con amor y un personal atento y amable lo convierten en un imprescindible.