Granada y Málaga: la tradicional Semana Santa

30 marzo | 2021 | Nani Arenas

Una ruta virtual por los lugares más espectaculares para disfrutar de la mano de Goodyear

Las tradicionales procesiones de Semana Santa se verán de nuevo pospuestas por motivo de la pandemia mundial de coronavirus. Las liturgias, en cambio, se realizarán en tiempo y forma, ya que su lugar en el calendario es inamovible aunque los fieles solo podrán asistir a ellas cumpliendo los aforos permitidos.

Mientras, hacemos un repaso por los lugares en los que la Semana Santa se vive con más fervor en España, en concreto a Granada y a Málaga, dos capitales perfectas para unas vacaciones con todos los ingredientes. Dos destinos que comparten (junto con Sevilla) una Semana Santa declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional y ese característico olor a jazmín, a cera, a azahar…

Granada, fe a los pies de la Alhambra

Empezamos la ruta por Granada, donde la celebración religiosa tiene un punto más sobrio. Hay varias razones por las cuales la Semana Santa Granada es espectacular. La más importante es la posibilidad de ver los pasos circular con la silueta de la espectacular Alhambra como telón de fondo. Una imagen que no tiene precio. O ver cómo se las ingenian los cofrades para moverse y girar en las estrechas, retorcidas y empedradas calles del bello Albaicín. O escuchar las saetas que cantan al paso de las imágenes en el barrio del Sacromonte, un espectáculo que hay que vivir al menos una vez en la vida.

La Alhambra de Granada

Especialmente emocionantes son también los Encuentros. Y los encierros, es decir, la vuelta de los pasos a su punto de partida, siempre momentos de gran fervor popular cargados de emoción. Muchos de los encierros son nocturnos, otra de las razones de su belleza. Los escenarios antes mencionados iluminados por la luz de la luna son más mágicos aún. Si a la escena sumamos el silencio y la solemnidad con la que los granadinos contemplan el paso de sus imágenes, no es una exageración decir que la carne se pone de gallina.

La Semana Santa de Granada arranca con la procesión de La Borriquilla, que sale a la la calle el Domingo de Ramos.. A partir de este momento comienza una agenda intensa de pasos que van y vienen, que se suceden hasta el Domingo de Resurrección.

Albaicín desde la Alhambra

A la hora de elegir, tres referencias: la procesión del Cristo de los Gitanos, la cual recorrerá el Sacromonte con palmas y saetas como acompañantes.  Después les toca el turno a los pasos que cruzan el Albaicín con las tres vírgenes del barrio: La Estrella, La Concha. Y la más taurina, la Aurora, a cuyo paso se escuchan los ya clásicos piropos de “¡Guapa, guapa y guapa!”. Posteriormente le toca el turno a la solemne procesión de la Nuestra Señora de la Alhambra. Impresionante ver cómo retorna la imagen por la empinada cuesta de Gomérez hasta su encierro tras la Puerta de la Justicia.

Es importante también dejar tiempo para otro de los grandes atractivos de la Semana santa Granadina. El momento tapas. Durante estas fechas, las calles del centro de la capital andaluza se llenan de gente, de terrazas, de vida. Entre paso y paso, toca tomar un vino. O dos. O tres. A ser posible, acompañados de una casi obligada tapa de bacalao, o un requeté (pincho de melva con pimientos) con ensalada de tomate, pimiento y cebolla, también llamadas pipirranas. Por supuesto, torrijas de postre, el dulce más típico en estas fechas.

Catedral de Málaga

Málaga, una Semana Santa colosal

De la semana santa interior Granada nos vamos a Málaga a vivir la experiencia de la fe bañada por el aroma del mar. Lo primero, toca que cambiar el vocabulario. En Málaga, las imágenes no viajan en pasos, si no en tronos muy pesados que los hombres llevan apoyados sobre los hombros. Son muy grandes, tanto que algunos requieren el apoyo de más de ¡280 cofrades! Como es el caso del trono de la Virgen de La Paloma, uno de los más monumentales no tanto por sus dimensiones sino por su estructura, con el palio más alto. Puedes verlo salir el miércoles santo.

Otro dato interesante sobre la Semana Santa malagueña es su antigüedad y tradición. Sirva como ejemplo que algunas de las cofradías, por ejemplo la Vera Cruz o la Archicofradía de la Sangre, se crearon allá por el siglo XVI, durante el reinado de los Reyes Católicos.

Arranca la Semana Santa de Málaga también el Domingo de Ramos y se alarga hasta el Domingo de Resurrección. Aunque la ciudad se llena de gente durante los días de celebraciones, hay una jornada que es especialmente multitudinaria en la capital andaluza. El Jueves Santo, fecha en la que conviene armarse de paciencia pues literalmente, en Málaga no cabe un alfiler. Hay quien dice que ese día es mejor huir. Hay otros que sólo visitan la ciudad ese día pues es cuando se concentran más atractivos. La elección es cuestión de gustos.

Platos típicos

La culpa de esta multitud la tienen las ocho procesiones que el Jueves Santo día salen a la calle. Entre ellas la del Cristo de la Legión o Cristo de Mena, quizá la más famosa de la Semana Santa malagueña. Y la más mediática.  Cada año son más y más los visitantes que se acercan al puerto, ya a primera hora de la mañana, para ver como desembarca el Cristo, el cual una vez en tierra es escoltado a hombros por los legionarios al son del canto “el novio de la muerte” hasta la hermandad en la iglesia de Santo Domingo, donde la imagen es entronizada. Ese mismo día, a las 19:30 de la tarde, tiene lugar la esperada procesión, la más aclamada de toda la Semana Santa Malagueña.

Ese mismo día también sale el trono de la Virgen de la Esperanza Coronada, según los expertos el más pesado de los que desfilan por Málaga y uno de los que más devotos concentra a su alrededor. Lo cierto es que sus dimensiones dejan boquiabierto a todo el que lo contempla: más de cinco metros y casi cuatro metros de ancho, aproximadamente cinco toneladas de peso. Ver cómo pasa, como gira en algunas calles, como los cofrades suben y bajan el trono durante los descansos es una experiencia que deja huella en el alma.

También deja huella en el ambiente que hay en la ciudad. Las terrazas a tope. El ambiente cautivador. Los olores, los sabores…

La Semana Santa en Málaga y Granada es la respuesta perfecta a la pregunta “dónde ir en Semana Santa”. Y aunque este año, de nuevo, debamos posponer esta tradición y fervor tan antiguos, confiamos que sea en 2022 cuando podamos recuperar la normalidad y disfrutar de viajes tan típicos como estos por la geografía española.

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