La huella de carbono de los neumáticos: claves para su reducción

4 mayo | 2021 | Goodyear

En Goodyear avanzamos para reducir la huella de carbono de los neumáticos. Estos son los puntos que debes tener en cuenta para minimizar su impacto ambiental

Se estima que, solo en 2020, se vendieron unos 1.700 millones de neumáticos en todo el mundo… y esa cifra solo tiene en cuenta los coches y camiones. Para 2025, los expertos avisan de que la cifra crecerá hasta los 2.700 millones de unidades, todo esto sin tener en cuenta las cubiertas que se usan para las motos, tractores, patinetes o bicicletas, entre otros usos. En un contexto así, relacionar neumáticos y huella de carbono no parece tan alejado.

La preocupación ecológica en nuestra sociedad es cada vez mayor y no lo es menos en la industria automovilística. Siempre se ha puesto el foco en las emisiones contaminantes de los tubos de escape, pero últimamente esa preocupación se está trasladando hacia la contaminación provocada por el desgaste de los neumáticos. Goodyear, en sus 120 años de historia, ha puesto el foco en nuevos materiales y tecnologías y ha reforzado su compromiso con la adquisición sostenible de soja para producir neumáticos.

El impacto ambiental de los neumáticos se produce tanto en la fabricación como en la utilización o el reciclado; no obstante, la mayor huella de carbono, es decir, la cantidad de gases invernadero que se distribuyen a la atmósfera por efecto directo o indirecto del neumático, se produce mientras circulan por las carreteras.

Reducir la contaminación desde el principio

La mejora medioambiental en la fase de producción se centra principalmente en la investigación para ir eliminando o reduciendo el uso de los derivados del petróleo en la fabricación de los neumáticos.

La preocupación ecológica es grande y se centra en la búsqueda de nuevas materias primas y materiales procedentes del reciclaje. No obstante, a día de hoy, hay ciertos compuestos como el silicio, el cloro o el azufre que siguen siendo fundamentales en la fabricación de los neumáticos. Pero, ¿sabías que se puede usar soja y arroz en la producción de neumáticos?

Goodyear pretende duplicar el uso de sílice de ceniza de cáscara de arroz en la producción de sus neumáticos. La adición de sílice mejora la flexibilidad y elasticidad de la banda de rodadura a temperaturas más bajas, lo que proporciona una mejor tracción y agarre. Utilizar aceites de soja puede reducir el uso de aceites a base de petróleo hasta en 22 millones de galones cada año. Sus compuestos de caucho también se mezclan más fácilmente con los polímeros utilizados en las formulaciones de compuestos. Esto, a su vez, puede resultar en una reducción del uso de energía y de las emisiones de gases de efecto invernadero durante la producción de neumáticos, lo que contribuye al objetivo de Goodyear de reducir estos gases en un 25% para 2023.

Aunque pueda parecer que la fase de producción o la de residuo es la de mayor impacto medioambiental, la verdad es que cuando se analiza el ciclo de vida de un neumático de coche vemos que el mayor impacto se produce en la fase de utilización.

Es aquí donde se deben dedicar los mayores esfuerzos de investigación y desarrollo, pero también los conductores tenemos nuestra pequeña cuota de responsabilidad: si corregimos ciertos hábitos y practicamos una conducción eficiente, generaremos menos emisiones y el medio ambiente nos lo agradecerá enormemente.

Más de un 90% de la huella de carbono se genera en su vida útil

El consumo de energía de un vehículo está unido al contacto del neumático con el asfalto. Entre un 20% y un 33% de la energía que hace girar las ruedas se utiliza para vencer la resistencia a la rodadura. Por tanto, cuanto menor sea la resistencia a la rodadura del neumático, menor impacto medioambiental tendrá. Puedes saber más sobre la banda de rodadura y la profundidad de dibujo en nuestro blog.

Un nuevo diseño de banda de rodadura, una nueva composición química y una carcasa más ligera consiguen que estos neumáticos de baja resistencia a la rodadura ahorren combustible y disminuyan las emisiones de CO2 asociadas al rozamiento del neumático sin reducir el agarre ni comprometer la seguridad del vehículo.

En los últimos años, sobre todo asociados a los vehículos más eficientes (híbridos y eléctricos), han ido apareciendo unos neumáticos considerados ecológicos. Los neumáticos de altas prestaciones o etiquetados con el segmento A pueden conseguir un importante ahorro de combustible.

Neumáticos

Claves para reducir huella carbono al conducir

A día de hoy no podemos hacer desaparecer el rozamiento entre los neumáticos y el asfalto, pero lo que sí podemos realizar es una conducción mucho más eficiente para minimizar las emisiones de dióxido de carbono.

Al mismo tiempo, de poco sirve comprar unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura si no los revisamos con cierta regularidad. Un mal inflado de los neumáticos genera más gases contaminantes y puede provocar mayor dificultad en la conducción del vehículo.

Un neumático en buenas condiciones es más seguro y más eficiente, por eso es fundamental consultar el manual del vehículo para saber la presión correcta de los neumáticos.

Otro de los elementos que impactan negativamente en el medio ambiente es el peso. A mayor peso, más potencia necesita el coche para moverse y, por tanto, más contaminación genera. Es fundamental retirar todos aquellos objetos que no utilizamos para intentar aligerar la carga del coche. La vaca solo debería estar montada si no podemos transportar los objetos en ningún otro lugar del coche.

Además, siempre que podamos, deberíamos usar una velocidad constante de crucero y conducir con las ventanillas cerradas. Las ventanillas bajadas aumentan la resistencia y el vehículo necesitará usar más combustible, con lo que inevitablemente generaremos más emisiones a la atmósfera. Puedes consultar más consejos de cómo reducir tu huella de carbono al conducir en la web de Goodyear.

El necesario reciclaje del neumático

Si bien es cierto que su impacto es mínimo comparado con el que tiene en su vida útil, desde 2003 en España todo neumático debe recuperarse. Su principal uso es el recauchutado, pero en caso de que no sea posible, el neumático, debidamente tratado, se convierte en relleno de obras de ingeniería civil, en suelos acolchados en parques infantiles o incluso se emplea como combustible para generar electricidad.

Si a una industria cada vez más volcada en la fabricación de neumáticos más respetuosos con el medio ambiente le unimos una conducción más eficiente por parte de todos, conseguiremos reducir la huella de carbono.

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