Neumáticos inteligentes: qué debes saber

16 agosto | 2022 | Goodyear

Los neumáticos inteligentes están llamados a ser la base sobre la que se sustente la movilidad hiperconectada del futuro. Te contamos en qué consisten.

Los nuevos neumáticos están llamados a ser la base sobre la que se sustente la movilidad hiperconectada del futuro. En las ciudades del mañana se rodará de forma más segura y de manera mucho más sostenible. Las nuevas ruedas compaginarán la inteligencia artificial con la búsqueda de materiales biodegradables. Te contamos todo lo que debes saber sobre neumáticos inteligentes y cómo el sector se adapta a las nuevas tecnologías y exigencias de movilidad.

Sobre la mesa el informe de Neumáticos inteligentes Mercado de Crecimiento 2021-2028 es un recopilatorio de las últimas tendencias y hacia dónde camina la industria del motor a la hora de presentar soluciones y hacer frente a nuevos retos: coches eléctricos, conducción autómoma y desarrollo sostenible.

El neumático inteligente, clave para los coches autónomos

Seguro que ya has oído hablar de ellos, pero ¿qué son los neumáticos inteligentes? Nada más y nada menos que unos neumáticos que cuentan con capacidades adicionales a las de un neumático convencional, como pueden ser la inclusión de sensores y sistemas que permiten su interconexión con el vehículo para aportar información más precisa sobre el estado de la vía y el entorno, entre otros.

¿Y qué papel juegan los neumáticos inteligentes en la industria? Sin duda, los coches autónomos están cada vez más cerca de rodar en ciudades hiperconectadas que compartan datos de tráfico, climatológicos, etc. Pero para que este futuro eche a rodar, los neumáticos inteligentes serán uno de los componentes básicos. Sus sensores recopilarán mucha más información que el desgaste, la temperatura o la presión. Su tecnología permitirá al neumático analizar el estado de la carretera. Comprenderá si el asfalto está resbaladizo o si ha empezado a llover o nevar, entre otros parámetros. Con esa información, los futuros vehículos autónomos podrán adaptar sus inercias y mejorar las distancias de frenado.

La aplicación de nuevas tecnologías permite “analizar” la conducción e incluso los neumáticos podrían llegar a crear un perfil del conductor. ¿Frena bruscamente de manera habitual? ¿Conduce por terreno muy bacheado? Estos datos se pueden recopilar y mandar a la nube, una gran solución cuando se trata de flotas de vehículos que deben conocer al milímetro el uso y desgaste de las ruedas y optimizar su rendimiento. Sin embargo, ¿esto aún es futuro o hablamos ya de presente?

Goodyear Eagle 360 Urban: neumáticos con inteligencia artificial

Goodyear trabaja en un sorprendente prototipo, el neumático esférico Eagle 360 Urban , que puede “sentir”, decidir y transformarse. Es un neumático con “cerebro” y cuenta con una piel biónica llena de sensores. Gracias a la aplicación de sistemas de Inteligencia Artificial (IA) está conectado a la información que llega de otros vehículos y con todos esos datos, puede expandirse o contraerse, cambiando su huella de rodadura. Incluso si detecta un pinchazo, podría auto-repararse.

Es un paso más de la ya veterana tecnología RunOnFlat: neumáticos resistentes, que evitan accidentes y, además, ahorran ruedas de repuesto. Gracias a su composición, aunque pinchen, no hay reventones. Permiten rodar con toda seguridad hasta que se cambia la rueda.

Goodyear Eagle 360 Urban

Goodyear C100

El concept car de Citroen 19_19 es solo un ejemplo de una industria en constante evolución. Sus 462 caballos de potencia máxima, dos motores eléctricos, uno para cada eje, batería de 100 kWh y una autonomía de hasta 800 kilómetros y tecnología para conducción autónoma requieren un neumático específico. Así surge el prototipo de neumático C100 de Goodyear con casi un metro de diámetro, muy grande comparado con los 60 cm de diámetro que tiene un neumático medio, y un diseño inspirado en la naturaleza ya que el compuesto de la banda de rodadura ofrece similitudes con las características de una esponja natural por su capacidad para endurecerse en seco o ablandarse en mojado.

Goodyear Oxygene: una paso más para reducir nuestra huella de carbono

Innovación, desarrollo, nuevas tecnologías… Pero falta el tercer pilar: la sostenibilidad. Se calcula que, en la actualidad, el 20% de los vehículos que hay en nuestras carreteras tienen los neumáticos poco inflados y esto se traduce en un mayor consumo y en más emisiones contaminantes. Los neumáticos inteligentes no solo serán un avance para la seguridad, también para la defensa del medio ambiente.

Los neumáticos del futuro deberán estar hiperconectados, pero además su fabricación deberá incluir materiales biodegradables. Las primeras pruebas se han realizado con aceite de soja, con botellas recicladas o incluso con arroz. La industria es consciente de que se debe ir abandonando el uso del petróleo para la fabricación del caucho.

Goodyear incluso planea llegar más lejos. Otro de sus conceptos, el “Oxygene”, incorpora musgo vivo en el flanco de la rueda. Cuando gira, va absorbiendo dióxido de carbono y, en su lugar, va emitiendo oxígeno. Según sus cálculos, en tan solo un año, si los montaran tan solo 2,5 millones de vehículos, se podría emitir a la atmósfera hasta 3.000 toneladas de oxígeno y absorber unas 4.000 toneladas de dióxido de carbono. Pero ahí más. En la fotosíntesis se libera energía y los ingenieros de Goodyear trabajan para conducirla a distintos sensores y que pueda iluminar una luz integrada en la banda de rodadura. Servirá de señalización y podrá cambiar de color (por ejemplo, en frenadas de emergencia). Además, los neumáticos Oxygene estarían elaborados de materiales reciclados, como polvo de caucho de neumáticos de desecho, y se fabricarían por impresión 3D. El prototipo fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en 2018 dentro de los objetivos de Goodyear de trabajar en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan una movilidad sostenible.

Goodyear Oxygene

Pruebas en multitud de escenarios

Para llegar a este tipo de soluciones, no solo se experimenta en laboratorios sino nuevos escenarios para poner a prueba neumáticos conceptuales. No es la primera vez que Goodyear viaja al espacio (los neumáticos Goodyear fueron los primeros en pisar la Luna en 1971), sino que ahora la compañía acaba de firmar un acuerdo con la NASA para fabricar las ruedas del próximo “rover” lunar. Así, en el difícil entorno de maniobras de la luna, podrán comprender cómo funcionan los neumáticos sin aire.

Goodyear ha asegurado que en este proyecto será básico conseguir unos neumáticos más resistentes: tendrán que funcionar durante años soportando noches con temperaturas inferiores a los 120 grados centígrados bajo cero y superiores a los 120 grados positivos durante el día. Una diferencia térmica abismal.

Neumáticos inteligentes

Ya en tierra, otro gran campo de pruebas está en el transporte de mercancías, donde existen pequeños experimentos piloto con camiones de conducción autónoma. Los sensores de los neumáticos pueden ayudar a reducir los consumos de combustible, así como ser más eficientes en condiciones climatológicas extremas. También pueden monitorizar cuándo ha llegado el momento de cambiar las ruedas.

Se trabaja en la conectividad con inteligencia artificial; se investigan nuevos materiales para reducir el uso del petróleo y los cauchos y se buscan escenarios extremos para probar todas estas nuevas teorías. El neumático es el único punto de unión del vehículo con el suelo, pero también será el punto de impulso para una automoción más limpia y más segura.

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