Paradores de España: ruta desde Galicia hasta Madrid

16 mayo | 2016 | Nani Arenas

Descubre con Goodyear y Nani Arenas algunos de los mejores Paradores de España con esta ruta desde Galicia hasta Madrid

Empezamos este viaje en el siglo XXI y acabaremos en la Edad Media. De Madrid a Galicia, con un objetivo. Recorrer los kilómetros que separan la ciudad donde nació Cervantes, Alcalá de Henares, de la capital gallega, Santiago de Compostela, saltando de Parador en Parador. Con un fin claro. Visitar rincones de España que se salen de itinerario habitual, evitando autopistas y disfrutando de una cadena hotelera veterana, nacida en 1928 para poner en valor zonas atractivas pero apartadas. Y favorecer la recuperación de edificios del patrimonio histórico como castillos, monasterios y ¡hasta cárceles!…

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    Alcalá de Henares

    Punto de partida: Alcalá de Henares, ciudad tranquila situada a sólo 30 kilómetros del siempre bullicioso Madrid. Arrancamos en esta literaria urbe donde se ubica el parador más moderno de la red. Construido sobre las ruinas de una vieja prisión, antaño convento, hoy día brilla con cuatro estrellas y presume por haber recibido varios premios de arquitectura. Aprovechamos la estancia para recorrer la ciudad natal de Miguel de Cervantes en el año que se celebra el  IV Centenario de su muerte. Y cuna de una de las universidades más antiguas de España fundada en 1508 por el cardenal Cisneros y donde estudiaron grandes nombres del Siglo de Oro de la literatura española: Lope de Vega, Calderón, Tirso de Molina, Quevedo…

    La Sierra de Gredos

    Si el Parador del Alcalá brilla como el alevín de la familia, Gredos, el de la vecina provincia de Ávila, se jacta de ser el primogénito. Tardamos un par de horas en llegar en coche, rumbo norte, directos al parador del Gredos. Abrió sus puertas como casa de caza del rey Alfonso XIII. Pronto el monarca percibió la importancia que tenía el turismo en España. Y decidió transformar su residencia en un hotel oculto entre las  cumbres del macizo hoy protegido como Parque Regional.

    Además de disfrutar del confortable y regio parador, aquí el viajero puede entrar en contacto con la naturaleza más agreste siguiendo rutas señalizadas de senderistas, para ciclistas… Avistar  aves, cabalgar de pueblo en pueblo, hacer escalada, tirando con arco o incluso, si viajas con niños, disfrutar lanzándote en tirolina en el parque de multi-aventura.…

    Salamanca

    La siguiente parada está pensada para urbanitas. Nos vamos a Salamanca, a una hora en coche del parador de Gredos, dirección oeste. Visitamos otra de las grandes capitales españolas y uno de los conjuntos monumentales mas densos y mejor conservados de Europa. Ciudad bañada por el Tormes por donde corría del famoso pícaro Lazarillo, uno de los emblemas de Salamanca. Honor que el astuto joven comparte con las dos catedrales (la románica, de 1140 y la nueva gótica, renacentista y barroca, de 1513). No te vayas sin saludar a la curiosa ranita que todo el mundo busca en la fachada de la Universidad . Y sin tomarte un café en la porticada Plaza Mayor. Para ver al atardecer vete al Parador, estratégicamente situado en el único alto que hay en Salamanca.

    Zamora

    Toca viaje corto con dirección Zamora, a 65 kilómetros de Salamanca. Poco menos de una hora por una autopista con poco tráfico que cruza la meseta castellana, cálida en esta época del año y despoblada. Para alcanzar esta ciudad, bañada por el río Duero y con un rico patrimonio. Como esa catedral románica, con una cúpula bizantina única en su estilo. Y ese casco antiguo, peatonal exquisitamente conservado, repleto de palacios blasonados y casas con escudo que advierten del pasado señorial de Zamora. Entre ellos el parador, edificio nobles donde el tiempo se ha detenido en el año 1459, fecha en la que se construyó el entonces palacio de Don Enrique de Mendoza, primero de los condes de Alba de Liste. Entre los huéspedes ilustres destacar a Reyes Católicos. 

    Santo Estevo

    La ruta sigue y llegamos a Galicia para visitar otro parador especial: Santo Estevo, un clandestino oculto en el corazón de la Ribeira Sacra y a orillas del Sil, en la provincia de Ourense. Merece la pena visitar este hotel, alojado en un monasterio benedictino originario de los siglos VI y VII. Un destino en si mismo. Es hermoso escuchar el eco de los pasos al recorrer los tres claustros (románico, gótico y renacentista respectivamente). Pero lo mejor es que a pesar de esa imagen añeja, Santo Estevo es otro ejemplo de vanguardia. Las piedras milenarias conviven con el wifi y la decoración más moderna sorprende en distintos rincones. Siente en la  Edad  Media pero con las comodidades del siglo XXI.

    Santiago de Compostela

    Sensación parecida se vive en Santiago de Compostela, la última estación de esta ruta que finaliza en el que presume por ser más viejo hotel del mundo: el Hostal de los Reyes Católicos.

    Nació este como como hospedería para los peregrinos, pobres y enfermos que pululaban por la ciudad donde yace el apóstol Santiago. Pero hoy reina como un cinco estrellas gran lujo, situado en uno de los laterales de la Plaza del Obradoiro donde por supuesto la estrella es la gran catedral románica, construida sobre la tumba del santo.

    La simple contemplación de la plaza y la catedral ya hacen que el viaje compense. Al igual que el resto de la localidad en la que culmina este trayecto por carretera a través del tiempo y de la historia.

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