Mallorca lo tiene todo, desde playas y calas paradisíacas a acantilados salvajes. Si quieres saber qué ver y hacer en Mallorca, este es tu post.
Mallorca lo tiene todo, desde playas y calas paradisíacas a acantilados salvajes, pasando por cuevas milenarias, pueblos con un increíble encanto o preciosos recodos que solo los lugareños conocen. Cada año, millones de personas llegan a la capital de Baleares para disfrutar de unas merecidas vacaciones y si este es tu destino, aquí te vamos a contar qué ver y hacer en Mallorca durante tu viaje.
Palma de Mallorca
Toda visita a la isla debe comenzar o terminar en la capital. Allí está la Catedral, uno de los lugares de culto más importantes de Mallorca, pero también el impresionante Castillo de Bellver, una fortificación que el rey Jaime II mandó construir a principios del siglo XIV. Tampoco hay que dejar de recorrer las estrechas calles del barrio judío, pasear por el paseo marítimo, disfrutar de los famosos patios mallorquines y llegar hasta el Palacio Real de la Almudaina, la residencia oficial de los Reyes de España durante sus estancias en la isla.
Alcudia
Justo al otro lado de la isla se encuentra Alcudia, una ciudad amurallada por la que pasaron fenicios y romanos y cuyo recuerdo ha perdurado hasta nuestros días. Lo mejor, perderse por las callejuelas peatonales entre las murallas y las casas señoriales. Y, después, elegir alguna de las kilométricas playas que han dado fama a este enclave mallorquín: la más famosa, sin duda, la playa de Muro, cinco kilómetros de arenas finas y doradas bañadas por aguas de color turquesa de una enorme belleza.
Andratx
Es una de las localidades más antiguas de Mallorca, pero también una de las más sorprendentes. Sus calles estrechas están repletas de encanto y recorrerlas es un pequeño placer que hay que ir alternando con la visita a la multitud de galerías de arte que se acumulan en el pueblo. No dejes de llegar hasta el Castillo de Son Mas, que está situado sobre una colina, controlando todo el valle de la ciudad de Andratx, y que hoy acoge las oficinas del ayuntamiento local.
El tren de Sóller
Si hay una excursión que no puede saltarse en Mallorca es subirse al tren de Sóller, una línea que recorre los 27 kilómetros que separan Palma de esta localidad situada en plena Sierra de Tramontana. Una obra faraónica de principios del siglo XX que hoy siguen utilizando decenas de turistas a diario para conocer esta preciosa población mallorquina y sus estrechas calles adoquinadas, su mercadillo o la iglesia de San Bartomeu, entre muchos otros atractivos.
Cuevas del Drach
Hablando de excursiones, pocos son los turistas que se resisten a visitar las Cuevas del Drach, a las que comparan con una catedral subterránea por su espectacularidad. Estalactitas y estalagmitas rivalizan en belleza mientras las gotas que caen del techo siguen construyendo paso a paso estas milenarias formaciones naturales. Son famosos los conciertos que se celebran en su interior para aprovechar su impresionante acústica.
El Arenal
Cada año, esta zona de copas situada apenas a 10 kilómetros de Palma es noticia por los excesos de los turistas, especialmente los que llegan desde el extranjero en busca de alcohol barato y mucha fiesta. Pero El Arenal también es una de las mejores playas de España y un destino familiar muy apreciado, sobre todo antes de que caiga la noche.
Las playas de Mallorca
Sería difícil señalar cuál es la mejor playa de Mallorca, ya que hay muchas y de una gran belleza. Por eso, te vamos a ofrecer un amplio abanico de posibilidades, de tal manera que puedas escoger cuáles quieres visitar durante tu estancia.
- Sa Calobra. Esta cala salvaje está encajada dos impresionantes acantilados y destaca por sus aguas cristalinas.
- Es Trenc. Casi 7 kilómetros de arenal entre Colonia de Sant Jordi y Ses Salines, en el sur de Mallorca, la mayoría de ellos vírgenes.
- Playa de Formentor. Impresiona tanto su arena blanca como la carretera panorámica que hay que recorrer hasta el faro de Cabo Formentor para disfrutar de los mejores atardeceres de la isla.
- Cala Torta. Una pequeña cala cercana a Artá, en el norte de la isla, y desde donde se puede llegar fácilmente a otras dos preciosas calas, Cala Mitjana y Cala Estreta.
- Cala Figuera. Su difícil acceso hace que esté casi desierta incluso en verano, pero su ubicación rodeada de acantilados, con un agua de color turquesa y con espectaculares rocas merecen la visita.
- Cala Mesquida. Está cerca de Capdepera, en el este de la isla, y es Área Natural de Especial Interés desde 1991. Protegida por dunas y pinos, es el hogar de una gran colonia de cormoranes.
Ahora que ya sabes qué ver y hacer en Mallorca, es momento de reservar tu viaje hasta la capital de Baleares. ¿Un consejo? Coge alguno de los ferrys que parten desde distintos puntos de la costa mediterránea y disfruta perdiéndote con tu coche por las serpenteantes carreteras del litoral mallorquín, donde podrás descubrir algunos de los mejores paisajes con los que siempre soñaste.
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