Qué ver en Santander

3 diciembre | 2020 | Goodyear

Si no sabes qué ver en Santander, toma nota porque hemos preparado una pequeña guía para descubrir la ciudad cántabra en un fin de semana

La majestuosidad del Paseo de Pereda, el impresionante Casino, las playas de El Sardinero, el encanto de Puertochico, el Palacio de la Magdalena, el faro de Cabo Mayor… Santander puede presumir de ser, sin lugar a dudas, una de las ciudades más bonitas de España. Si aún no conoces esta joya del Cantábrico, prepara un fin de semana largo porque te vamos a contar qué ver en Santander y lo vas a necesitar.

Santander en un fin de semana

Querer ver en un fin de semana todo lo que una ciudad como Santander tiene que ofrecer es casi imposible, pero vamos a intentar concentrar en la medida de lo posible todo aquello que cualquier persona que visite la ciudad no debería pasar por alto. Una visita debe comenzar por el centro y el Paseo de Pereda es la primera parada. Edificios señoriales e históricos comparten espacio con el mar, separados por los Jardines de Pereda. Ahí encontramos la Catedral de Santander y desde esa zona podemos perdernos por las estrechas calles del centro llenas de vida a todas horas.

Centro Botín

Una de las últimas incorporaciones a la ciudad es el Centro Botín, dos edificios unidos entre sí que fueron inaugurados en 2017 y que se han convertido, por pleno derecho, en el epicentro de la vida cultural de Santander. Su diseño está pensado para que cualquier visitante no deje nunca de ver el mar mientras pasea, por lo que toda la estructura se levanta sobre diversos pilares y columnas, respetando, además, la altura de las copas de los árboles que tienen enfrente.

Siguiendo la orilla del mar llegamos a Puertochico, sede del Real Club Marítimo de Santander y puerto donde atracan numerosos barcos. Una zona que se ha revitalizado en las últimas décadas y que, además de albergar las estatuas de los famosos raqueros, es el punto de partida de un paseo que nos puede llevar hasta el faro de Cabo Mayor recorriendo toda la bahía y que recomendamos encarecidamente realizar, aunque para ello haya que calzarse unas zapatillas cómodas, ya que tenemos por delante seis kilómetros que merecen y mucho la pena.

Vistas de Santander

Desde Puertochico hasta el faro

Lo primero con lo que nos encontramos tras salir de Puertochico es el Centro de Alto Rendimiento de vela, situado a la espalda del Palacio de Festivales, el auditorio que lleva concentrando buena parte de la actividad cultural de la ciudad desde su inauguración en 1991. A partir de ese momento, y continuando por el paseo, iremos atravesando playas y preciosas vistas del Cantábrico a la derecha, mientras a la izquierda se levantan preciosas casas y mansiones con una ubicación inmejorable.

Tras pasar por las playas de los peligros, la Magdalena y los bikinis, llegamos hasta la península de la Magdalena, un parque emblemático de la ciudad en el que se encuentra el palacio que da nombre al lugar. Este Palacio de la Magdalena fue el regalo de la ciudad a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia para conmemorar su boda en 1906. A partir de aquel momento, Santander se convirtió en lugar de descanso para los monarcas en verano y hoy en día se puede visitar por medio de visitas guiadas.

Tras pasear y perdernos por los bosques de la península de la Magdalena, retomamos el paseo que nos debe llevar hasta el faro y llegaremos hasta El Sardinero, una de las zonas más visitadas de toda la ciudad tanto por sus playas como por el Casino que lo preside. Se trata de un edificio histórico inaugurado en 1916 y que impresiona cuando se le ve por primera vez. Es un lugar de juego, pero también tiene restaurante y es el lugar más importante de toda esta lujosa zona de Santander.

Tras recorrer la segunda playa de El Sardinero, enfrente de la cual está el estadio de fútbol y el Palacio de Deportes, comenzamos la ascensión hacia el faro de Cabo Mayor. Sin embargo, no lo haremos por la carretera, sino por un paseo que comienza por detrás del famoso Hotel Chiqui y que nos llevará a bordear el Parque de Mataleñas y el campo de golf del mismo nombre. Un paseo espectacular, posiblemente el más bonito de toda la ciudad, y que nos permite disfrutar de las mejores vistas de Santander.

Tras atravesar la playa de Mataleñas y el parque de Cabo Mayor< llegaremos hasta el faro, otro emblemático destino de esta ciudad que es el final de nuestra ruta y donde no podemos dejar de disfrutar de sus impresionantes vistas sobre los acantilados tomando unas rabas con un refresco en su histórico bar-restaurante

Vista aérea de Santander

Santander sin fin

Si este paseo te ha dejado con ganas de conocer aún más la ciudad, tenemos varios consejos. Uno es embarcarte en alguno de los barcos que recorren la bahía de Santander durante todo el año y que unen la ciudad con las localidades de Pedreña y Somo, separadas apenas por un par de cientos de metros de Mar Cantábrico.

También hay cruceros que recorren el litoral y que te permiten tener las mejores vistas de El Sardinero, de la península de la Magdalena o del Centro Botín desde el mar. Incluso puedes montarte en un funicular dentro de la ciudad: está situada en la zona del Río de la Pila y salva las empinadas calles del centro histórico para disfrutar desde lo alto de unas bonitas vistas.

Ahora que ya sabes qué ver en Santander, prepara tu maleta porque una de las ciudades más bonitas de España te está esperando. Si, además de todo lo que tiene que ofrecer te aseguramos que tiene una de las mejores gastronomías de nuestro país, el resultado será un viaje fantástico e inolvidable a la Cantabria infinita.

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