¿Por qué el radiador del coche pierde agua? Principales causas y soluciones

25 septiembre | 2019 | Goodyear

Descubre con Goodyear las razones más habituales por las que el radiador pierde agua y cómo arreglar un problema recurrente de multitud de coches

Tanto para las personas que son auténticos manitas de sus vehículos como para aquellos que no saben lo que hay debajo del capó del coche, el hecho de que el radiador pierda agua puede convertirse en un quebradero de cabeza. Descubre con Goodyear las razones más habituales por las que el radiador pierde agua y cómo arreglar un problema recurrente de multitud de coches.

¿Por qué pierde agua el radiador?

Cuando nuestro coche pierde agua se debe, principalmente, a dos razones: la primera puede ser por un problema de condensación del aire acondicionado provocando que se formen pequeños charcos de agua bajo el coche, un motivo que no es preocupante; la segunda sí es más inquietante y tiene que ver con una fuga en el circuito del refrigerante o un fallo importante en el radiador.

Si detectamos este último fallo hay que llevar el vehículo al taller de inmediato. El radiador es un elemento fundamental para impedir que el motor se sobrecaliente. Pero, ¿cómo podremos saber si nuestro radiador está fallando? Es fácil de comprobar porque el radiador que está colocado en el frontal del coche expulsará agua.

Normalmente todos los vehículos están dotados de un sistema electrónico que dará el aviso de que el motor se está sobrecalentando e, incluso, puede provocar que el coche se pare para evitar daños mayores. Aún así, antes de que todo esto suceda lo normal es escuchar un ruido provocado por el roce de algunas piezas. Si ese ruido se produce lo mejor es detener el coche de forma inmediata.

Líquido refrigerante

¿Qué hay que hacer cuando sube la temperatura del radiador?

Lo primero que hay que hacer al detectar una subida anómala de la temperatura es parar el coche de inmediato. La mejor forma de saber si el motor ha sufrido daños o está recalentado es comprobar si está echando humo. Es importante abrir el capó para airear y enfriar el motor. Una vez pasados unos minutos, procederemos a abrir el radiador.

Hay que tener mucho cuidado ya que si se abre cuando el radiador aún está muy caliente, el agua saldrá a presión y podrá provocar quemaduras con el vapor de agua. Una vez que el coche se ha enfriado, deberemos rellenar con agua el radiador y podremos volver a poner en marcha el vehículo.

Pero es importante permanecer pendientes del radiador y de si el coche se calienta Si sucede de forma repetida, lo más probable es que se deba a una pérdida de agua y a una fuga. Si es así, debemos ir al mecánico urgentemente porque, de no hacerlo, podríamos provocar una avería mayor en el coche.

Para evitar estos sustos que hacen daño a nuestro motor (y a nuestro bolsillo) es muy recomendable conservar la bomba del agua en buen estado. La función de la bomba del agua es llevar el líquido refrigerante por los conductos de refrigeración del motor y evitar los calentamientos excesivos.

Cómo señalizar una avería

¿Qué es el líquido tapafugas?

Es fácil saber que tenemos una fuga en el radiador porque habrá charcos de refrigerante bajo el vehículo cuando lo dejemos aparcado y se producirán burbujeos en el origen de la misma fuga.

La mejor forma de localizar la fuga es poner el motor en marcha y comprobar por dónde rebosa el refrigerante, un líquido de color verdoso o rosaceo. Además, hay que fijarse en la tapa del depósito para descartar que no estamos ante un problema de holgura de esta pieza.

Una vez localizado el punto exacto de la pérdida, lo mejor para atajar el problema, si no queremos llevar el coche al mecánico, es comprar un líquido tapafugas. Se puede encontrar fácilmente en cualquier tienda de automoción, recambios, gasolineras, etc.

Con este producto, las pequeñas fugas que suelen ser producidas por golpes de piedras, poros o grietas en el sistema de refrigeración muy complicadas de identificar, quedarán solucionadas para que no filtre el líquido refrigerante. El tapafugas destaca por ser un producto de fácil manejo, eficiente y que hace efecto al instante.

Arreglar una fuga, paso a paso

Si queremos arreglar una fuga menor por nosotros mismos, tendremos que dar unos pasos precisos en nuestro vehículo:

  • Con el motor apagado y frío, limpiar con agua la parte exterior del sistema para, visualmente, localizar mejor la fuga.
  • Arrancar el motor para buscar la fuga y encontrarla.
  • Una vez que hayamos encontrado el manguito donde está la fuga, quitaremos dicha parte para sustituirlo por un manguito nuevo, apretando bien las abrazaderas para que el líquido refrigerante no se salga.
  • Otra alternativa es drenar el radiador y, tras esto, limpiaremos el lugar donde está la fuga. En ese punto parchearemos la superficie dañada con algún tipo de resina especial.
  • Por último, verteremos líquido tapafugas en el interior del radiador. Acto seguido, llenaremos el depósito con la mezcla adecuada de refrigerante y agua hasta el nivel indicado.

La mayoría de las averías tienen que ver con pérdidas de líquido refrigerante en las juntas, ya sea en el mismo eje o porque sus paletas estén rotas. Es importante saber que no hay una temperatura ideal para todos los coches, pero la temperatura del motor nunca debería pasar de los 100 grados centígrados.

Algunas de las causas más frecuentes del deterioro del radiador son no sustituir el líquido refrigerante en mucho tiempo o un fallo en la sustitución de la correa de distribución. En ambos casos se solucionaría llevando un mantenimiento controlado de los componentes del motor de nuestro coche, lo que evita tanto averías como gastos económicos en el futuro.

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