Ruta por el cantábrico en coche: 5 lugares para descubrirlo

Sigue con Goodyear y José R. Pérez «Avistu», de Viajablog, esta espectacular ruta por el cantábrico para disfrutar en coche

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En esta época del año en que se disparan las temperaturas, el norte de España se convierte (aún más) en un interesante destino. Si, además, te gusta conducir, y quieres hacerlo por pequeños pueblos a través de preciosos paisajes costeros, te proponemos esta ruta en coche por la costa del Cantábrico a través de 5 paradas espectaculares.

Sobre el papel, o el mapa, esta ruta la puedes hacer en un día si llegas, aparcas, das una vuelta y vuelves al coche para seguir camino. Sé que si estás leyendo esto te gusta conducir, pero no lo hagas. Date al menos dos o tres días para disfrutar al volante y parar en estos 5 destinos recomendados en una ruta en coche por la Costa Cantábrica.

Hondarribia, el fronterizo pueblo costero

Hondarribia es un pequeño pueblo costero vasco, el último núcleo urbano de la costa cantábrica, muy cerca de otro de nuestros destinos favoritos, San Sebastián, y última parada antes de territorio francés, al otro lado del río Bidasoa, a unos 200 m, ya estamos en Francia. Disfrutad del lado español paseando por sus calles de coloridas casas, subiendo a su muralla o, naturalmente, probando los deliciosos pintxos.

Una recomendación es disfrutar de Hondarribia desde el mar, alquilando un barco con patrón que os lleve por la costa. Para un grupo de 7 personas el precio es de unos 40€ por pasajero para una travesía de día completo. Si sois solo dos o tres, también tenéis recorridos más cortos, de unas dos horas, en grupos reducidos y con precios desde 21€ por persona.

San Juan de Gaztelugatxe, la ermita con mejores vistas

Si eres un aficionado a Juego de Tronos y te digo “Rocadragón”, eso es precisamente lo que te espera en Gaztelugache o Gaztelugatxe. Sin efectos especiales por medio, en lugar del palacio encontrarás una ermita del siglo IX en honor de San Juan Bautista. Si no eres aficionado a la serie, baste decir que esta se encuentra en lo alto de un escarpado islote al que se accede mediante un puente primero y 241 escalones después.

Para visitar San Juan de Gaztelugatxe, es necesario reserva previa de fecha y hora a través de una página web de la Diputación Foral de Vizcaya (como zona protegida, tiene un cupo máximo de menos de 1.500 visitantes al día). Cuando empecéis la visita, mi recomendación es ir la ermita por la Ruta A, de San Juan o Ruta Corta y volver de ella por la Ruta B, de Ermu o Ruta Larga, para así bajar el mayor desnivel y subir por una zona de cuesta menos empinada.

Comillas, arquitectura medieval y Gaudí

El centro histórico de Comillas nos traslada a un pueblo verdaderamente medieval, pues parece detenido en el tiempo. Tanto es así, que desde 1985 es Conjunto histórico-artístico y, probablemente, uno de los pueblos más bonitos de España. El pequeño puerto pesquero de Comillas os ofrece vistas hacia la playa, muy frecuentada por la burguesía del siglo XIX.

La huella modernista aparece inusitadamente en Comillas. Aquí se encuentra uno de los pocos edificios que el genial arquitecto Gaudí realizó fuera de Cataluña, la Villa Quijano, más conocida como “El Capricho” (de Gaudí). En una ruta en coche por el norte de España, se convierte en parada imprescindible.

Ribadesella, la villa más indiana

Puede que se la conozca más como la meta del famoso Descenso del Sella, pero prehistoria, emigración y ocio se dan la mano en esta villa de Asturias, imprescindible en cualquier ruta por tierras asturianas. La Cueva de Tito Bustillo y su Centro de Arte Rupestre nos acercan a la vida de nuestros antepasados. Un paseo por la Playa de Santa María nos permite contemplar preciosas casas de indianos, las mansiones construidas por los emigrantes retornados que hicieron fortuna en las Américas. Y no dejéis de subir a la Ermita de la Guía, al otro lado de la Ría, para disfrutar de las vistas al Cantábrico y a la propia Ribadesella.

Si queréis conocer mejor la Costa Cantábrica que acabo de mencionar, no dejéis de parar en vuestro camino a Ribadesella en los Acantilados del Infierno.

A menos de 30 minutos en coche de Ribadesella tenéis un museo para toda la familia, el Museo del Jurásico de Asturias, incluyendo naturalmente réplicas de dinosaurios. De camino, pasad antes por el Mirador del “Fitu” (Fito), para disfrutar de unas impagables vistas de la costa y la montaña asturiana. ¡Disfrutaréis cada curva de la carretera que lleva a él!

Ferrol, villa pesquera y modernista

Ferrol será el punto de desino de esta ruta por la costa cantábrica. Tiene todo el encanto de un pueblo pequeño pese a ser una ciudad, con pasado – y presente – industrial y naval incluidos. Su centro es una red de calles perfectamente delimitadas en su trazado rectilíneo, el Barrio de la Magdalena, en el que encontramos además preciosos edificios modernistas. Además de su vertiente más tradicional, en el viejo Puerto de Curuxeiras, para conocer mejor la importancia del mar en Ferrol, pasaos por uno de estos tres sitios: el Astillero de Navantia, el Museo Naval de Ferrol o el Arsenal Militar de Ferrol.

Como habéis venido hasta aquí en coche, acercaos hasta la entrada de la Ría de Ferrol y visitad el Castillo de San Felipe. Fue construido entre los siglos XVI y XVIII y estaba unido por una gruesa cadena al desaparecido Castillo de La Palma, cerrando así el acceso a los barcos enemigos, que nunca lograron conquistar Ferrol.

En definitiva, una ruta para disfrutar de los tesoros que la costa cantábrica nos ofrecen desde Hondarribia hasta Ferrol disfrutando de paisajes inolvidables, naturaleza sobrecogedora, patrimonio, cultura y tiempo.