Ruta literaria por Barcelona, la ciudad de los prodigios

21 abril | 2016 | Dónde vamos Eva

Goodyear y Donde vamos Eva te presentan una ruta literaria por Barcelona: a lo largo de los 26 kilómetros de esta ruta podrás conocer los lugares más interesantes de la ciudad.

A las puertas del Día del Libro, nos adentramos en el mundo literario de uno de los autores más prolíficos de la literatura española. De la mano del principal personaje de la novela, Onofre Bouvila, realizamos una ruta de veintiséis kilómetros por los lugares más interesantes de la ciudad condal, bien llamada por Eduardo Mendoza, “La ciudad de los prodigios”.

La obra describe una Barcelona que crece, se expande y desarrolla en medio de dos exposiciones universales, las de 1888 y 1929, período en la que se construyeron los edificios, barrios, parques y atracciones más famosos de la ciudad condal.

Debido a la extensión de la ruta, ya que prácticamente la acción transcurre por toda la ciudad, te aconsejo realizarla en un fin de semana, donde podrás combinar arte, cultura, gastronomía, shopping y relax mientras te desplazas por los lugares más significativos e interesantes de Barcelona.

Día 1. La Barcelona de la Exposición Universal de 1888

La ruta comienza en La Plaça de Catalunya, corazón de la ciudad y nexo de unión entre la la Barcelona antigua (Ciutat Vella) y la Nueva Barcelona (L’Eixample). Lugar obligatorio de paso para los visitantes y autóctonos. El Portal de l’Àngel se abrió con motivo de la Exposición Universal y se llenó de majestuosos palacios que hoy en día son sede de importantes cadenas de moda. ¡Entra en Cortefiel y disfruta de un exquisito palacete! ¡Sumérgete en la ciudad burguesa transformada cuando traspases el umbral de H&M!

Barcelona Arco triunfo - Kilómetrosquecuentan

El Passeig de Gràcia fue el centro del poder económico de la Ciudad de los prodigios y lugar de referencia para los burgueses de la época cuya rivalidad y ego se refleja en impresionantes casas palaciegas que se concretan en la Manzana de la Discordia o la Casa Milà. Actualmente, es uno de los iconos de la ciudad por lo que te recomiendo un tranquilo paseo para disfrutar del ambiente de sus terrazas, de las boutiques más exclusivas y de la arquitectura modernista.

A través da la Plaça Urquinaona nos situamos en la ancha Via Laietana, espacio recuperado tras la demolición de las murallas. Nexo de unión entre el puerto, la Ciutat Vella y L’Eixample.

Esta magnífica vía nos introduce en los barrios de la Ribera, el Born, Santa Caterina y Sant Pere donde salen al paso obras tan magníficas como el Palau de la Música, máximo exponente del modernismo catalán y declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1997. No dejes pasar la oportunidad de presenciar algún concierto, ¡su acústica es única!

Vistas desde Catedral Barcelona - Kilómetrosquecuentan

Disfruta ahora de las calles menos turísticas de Barcelona situadas en el magnífico Barrio de la Ribera, espacio donde transcurre una buena parte de la novela. La Barcelona no tan prodigiosa se hacinaba en estas estrechas callejuelas mientras la Barcelona de los prodigios se lucía en L’Eixample.

Disfruta de este barrio, callejea por el Carrer de Sant Pere Més Baix, llega hasta la Plaça de Sant Agustí donde encontrarás uno de los museos más deliciosos de Barcelona, el del chocolate.

En esta zona encontrarás tiendas interesantes, alternativas, incluso “canallas”. Tapea de manera diferente en alguno de los locales de la calle Calders o las plazas de Sant Cugat o de la Allada Vermell.

Palacio Exposiciones Montjuic - Kilometrosquecuentan

El Mercat del Born, fue el primer edificio de hierro que se construyó en la ciudad, hoy es uno de los centro multiusos más interesantes de Barcelona donde se encuentra condensada la historia de Cataluña. Viaja en el tiempo hasta los cimientos del viejo Barrio de la Ribera demolido para la construcción de una ciudadela militar que dio paso al actual Parc de la Ciutadella donde finaliza la ruta del primer día.

Disfruta del espacio verde de referencia en la ciudad condal, declarado Monumento Histórico Artístico en 1951, está considerado uno de los museos al aire libre más interesantes de Barcelona.

Cerca del parque no dejes de visitar el restaurante Set Portes (Passeig Isabel II, 14 ) el más antiguo de la ciudad.

Día 2. La Barcelona de la Exposición Internacional de 1929

La ruta propuesta sigue los pasos de la Exposición Internacional de 1929 que se concentró en la Montaña de Montjüic, escenario de otra gran parte de la novela.

Recorre esta zona sin prisas, empieza en la Plaça d’Espanya. Te recomiendo que subas a la terraza de Las Arenas donde se sitúa uno de los miradores más interesantes de la ciudad.

La Avinguda de la Reina María Cristina te llevará hasta los pies del MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña), imprescindible su visita. Disfruta de las panorámicas de la ciudad de Barcelona y del conjunto de palacetes realizados para la Exposición Internacional, pero no dejes de asombrarte con la Fuente Mágica.

En el Poble Espanyol tendrás la ocasión de conocer cómo fue el pabellón de nuestro país para esta exposición, ideado por Puig i Cadafalch, encontrarás la mejor representación de todas las regiones de España y de paso, tómate unas tapas, visita sus museos, galerías de arte y relájate en alguna de las terrazas de su Plaza Mayor.

En la Anella Olímpica visita el Estadi Olímpic construido con motivo de la exposición en el año 1929, restaurado y ampliado para las Olimpiadas de 1992. Fotografía la vanguardista arquitectura del Palau Sant Jordi, la Torre de Comunicaciones de Calatrava y las espectaculares vistas de Barcelona.

Vista de la Barceloneta y el puerto - Kilometrosquecuentan

En la parte más alta sobresale la figura del Castell de Montjüic, ideal para desconectar de la tumultuosa Barcelona, ver alguna de sus exposiciones y tomar un aperitivo que te dé fuerzas para seguir.

Montjüic está repleta de rincones mágicos y sorprendentes que tienes que descubrir sin prisas como el Teatro Greg, los Jardines de Laribal o el mirador del Camí del Mar, ¡normal que se la conozca como la Montaña Mágica!

Desde aquí, toma el Teleférico del Puerto y acaba tu ruta en el barrio de La Barceloneta que conserva aún ese aire marinero y obrero que tan bien relató Eduardo Mendoza en la novela.

Disfruta de su ambiente y de los numerosos restaurantes, gastro-bares y tabernas que  encontrarás por sus castizas calles mientras suena el murmullo de la cercana playa.

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