A veces nos dan una de cal y una de arena. Pero esta vez, dejamos la dosis de cal y cogemos la segunda. Como si de una receta se tratara, la arena, mezclada con una buena dosis de imaginación y, cómo no, de mucha capacidad artística, puede tomar forma de fantásticos castillos de arena.
Seguro que en uno de tus viajes a la playa has visto a profesionales de esta afición construyendo auténticas obras de arte casi granito a granito. ¿Cómo? Combinando arena y algo de agua para que adquiera consistencia. ¡Pero no sólo se construyen castillos! Cualquier objeto puede ser moldeado siempre que exista creatividad y, eso sí, mucha paciencia. Los más comunes –seguro que has visto varios de ellos- suelen ser paisajes, puentes, personajes o, seguramente los preferidos de los más pequeños, ¡dragones!
En esto, como en todo, hay niveles y niveles… Aunque para nosotros los más especiales son los que hacen los niños a orillas del mar, pasando parte de la mañana manejándose con el rastrillo, la pala, sus cubos y moldes decorativos… desde luego los hay muy profesionales. Tanto que existen concursos en los que se mide la capacidad de dar grandes formas a montañas de arena.
Y como estamos en pleno verano y para muchos es sinónimo de costa, ¡no te pierdas algunos de los concursos que se realizan en playas de toda España! Como el de Mazagón, en Huelva, el de la Bahía de Cádiz o el de la Playa de la Barrosa – Chiclana.
De momento nosotros nos declaramos admiradores de estas complejas creaciones artísticas. En cuanto a la elaboración propia, nos conformaremos con seguir con los más pequeños en la orilla tratando de que nuestros castillos se mantengan en pie, y a base de práctica, quién sabe, quizá algún día ellos puedan llegar a ganar algún concurso de figuras de arena… o de diseño… ¡o de arquitectura!
?
