Siguiendo la ruta de la trufa

10 junio | 2015 | Goodyear

¡Teruel sí existe! Esta vez os contaremos nuestra ruta por la zona, a su paso por Calamocha, Monreal del campo, Cella o Sarrión, aptas para darse un homenaje gastronómico degustando los productos más típicos de la zona, desde los embutidos hasta las deseadas trufas. La degustación de productos es a veces la excusa perfecta para organizar una buena escapada, ¿o acaso te podrías resistir? Créeme cuando te digo que tan sólo con el aroma a curado que desprende un buen jamón o el privilegio de comer sabrosísimas setas en su localización de cultivo, ¡es imposible resistirse!

Nuestro trayecto comenzó en Calamocha, una de las reinas del buen jamón y otros embutidos, aparte de embelesarnos también por la arquitectura gótica de la iglesia de la Asunción y la belleza de su casco antiguo. Sólo 18 kilómetros separan esta localidad de Monreal del Campo, donde el producto estrella es el azafrán. Sí sí, el mismo que sirve de colorante alimenticio, pero el de aquí, toma nota, no sólo da color, sino auténtico sabor a las creaciones culinarias. Tanto es así el condimento tiene incluso un museo, único en España, que trata únicamente de él y sus propiedades.

 

Seguimos al sur con destino a Cella, la tierra que produce 3.000 toneladas al año de patatas -¡3000 toneladas -, motivo suficiente para celebrar pasado el verano la Feria de la Patata, que ya aparece inscrita en el premio Guinness por batir record en preparar el producto acompañado de varias guarniciones y salsas que ensalzan su sabor. Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta la patata? Nunca falla, y si es con las guarniciones que preparan allí, ¡mucho mejor!

 

Teruel, en busca de la trufa negra

Continuando con el itinerario, pusimos rumbo a Teruel en busca de la trufa negra. La dificultad de encontrar tan preciado fruto lo convierte casi en el a veces denominado ‘tesoro de los bosques’, un caro antojo para cualquier paladar. Ese producto que reservamos para ocasiones especiales, porque la trufa ya es, por sí misma, una exquisitez y, como tal, hay que saber reservarla para momentos únicos, ya que seguro que quedan en el recuerdo. Nosotros siempre recordaremos los bocados de trufa como una experiencia culinaria que permanece en nuestra memoria cada vez que recomendamos esta ruta. La siguiente parada en el mapa sería Mora de Rubielos, el principal protagonista del cultivo trufero.

Y al fin llegamos a Sarrión, capital de la trufa tanto por la cantidad que produce como por albergar anualmente la Feria Internacional de la Trufa con invitados de Francia e Italia, además de los que llegan de todos los puntos de España para rendir tributo este exquisito producto.

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