¿Qué tipo de viajero eres?

30 julio | 2018 | Goodyear

¿Intrépido? ¿Playero? ¿Rey de los mapas? En Goodyear te mostramos las 5 clases más frecuentes. ¿Cuál de ellos eres tú?

Hay tantos tipos de viajeros como de viajes. ¡Incorrecto! Tienes viajes con amigos, viajes de aventura, viajes en familia, viajes con tu mascota, viajes de naturaleza, romantiquísimas escapadas en pareja, viajes en pareja con más de 10 años de relación a sus espaldas, en búsqueda de los monumentos más visitados o de las playas más salvajes y desiertas… Pero la clasificación de los tipos de viajero se reduce a cinco únicas y exclusivas tipologías con todas las variantes que el estado de ánimo del ser humano permite. Dinos cuál eres.

Viajero 1: Indiana Jones, intrépido aventurero

Todo lo quiere ver, todo lo quiere tocar, experimentar, saltar, explorar… Su segundo nombre es “Jhonny peligro”. Subir a la cima de cualquier montaña, perderse en un bosque, llegar donde nadie más ha llegado, orientarse por las estrellas,  acampada y senderismo, paracaidismo, ¿por qué no?, ¿pesca deportiva? ¡También!Reconozcámoslo: cansa sólo pensar la agenda de actividades del tipo de viajero 1. Si vas de copiloto, importante: no te olvides las vitaminas porque te esperan planes alucinantes pero intensos. Caminar por el Desfiladero del Rey, rafting en el Valle de Arán, ruta por las leyendas de España o quizás el templo del arca perdida esté en Albacete… Un viajero de esta categoría aborrece los convencionalismos, la ciudad le produce urticaria y sólo respirar aire puro, a ser posible después de una caminata de horas, le devuelve a su estado de felicidad plena. Y no, el glamping no es una opción.

Viajero 2: “levántame de la tumbona si tienes valor”

Totalmente opuesto al viajero número 1. La actividad frenética le produce urticaria. Entiende los viajes como un remanso de paz y hedonismo. Caña en el chiringuito, sí. Caminata durante horas para explorar la ciudad, no. Sesión playera con ligero paseo a la orilla para no morir deshidratado, sí. Visitar más de tres monumentos seguidos, no. Terraceo con su sesión vermú y su sobremesa y su merienda, sí. Verbena en el pueblo, sí, pero antes siesta.  Ruta de festivales, sí pero sin acampada. Paparota extrema, sí. Felicidad absoluta, sí.

Viajero 3: el rey de los mapas y los planes

Esto sin excel no se lleva bien. ¡Organización! Que nos vamos de viaje y no tenemos cada minuto del día planeado y hay mucho qué ver y hacer. La premisa es esa. En cualquier lugar del mundo, por recóndito y apartado que sea, hay cientos, miles de planes por hacer y el viajero 3 es el rey de la gymkanas. Lo que significa que antes del viaje tendrá decidido cuántas miles de cosas hay que visitar, hacer, probar… Y cuanto más curiosa, extraordinaria, extraña, única sea la propuesta mejor porque quién quiere ir a Santiago y ver sólo la Catedral como todo el mundo. Pongamos como ejemplo de esta mente curiosa e incansable: Santander. Fantástico viaje para conocer su gastronomía y arquitectura y algunos escenarios de cine. ¡Error! El viajero número 3 planificará la ruta que todo el mundo haría pero buscaría un extra, un algo más. Por ejemplo: una ruta de grafitis de Okuda por Santander. El excel incluye mapa para no perderse, horarios, precios y actividades extras: painting, circuitos de karts, anotaciones al margen aquí se rodó y viajes temáticos. Ojo, que en el planning tiene dos horas estipuladas para esparcimiento entendido como visita a tiendas y mercados locales; a ver si crees que todo va a ser correr en busca del monumento más escondido y alejado.

Viajero 4: “molaba más el primer disco”

Hay uno en cada grupo y hay que vivir con él. Es la típica persona que tiene una opinión, crítica siempre, formada para todo y no tiene miedo a expresarla. ¿Has leído el último bestseller? A mí me gusta más la poesía intimista de la primera época de Lorca. ¿Has visto Los Vengadores? Soy más del cine de Kurosawa. ¿El último disco de Míster Pomelo? Molaba más el primero, han perdido su esencia transgresora y frescura. ¿El Coliseo Romano? Muy mainstream y estas ruinas están sin limpiar. ¿El Partenón? Está que se cae. Lo que significa que si llevas al viajero número 4 a una ruta por los monumentos más visitados, mal porque hay demasiada gente. Si sigues los pasos de Dalí por Girona, mal también. Los molinos del Quijote, muy lejos. Una ruta por la Alcarria de Cela, mal. La playa más larga de España, pues no será tanto que la de mi pueblo es más larga. Las Bárdenas Reales convertidas en el mar dothraki, pues en la tele se ve diferente…

Viajero 5: el perdido, “pues la Giralda debe quedar por aquí”

Y llegamos al último tipo de viajero. Al que está en el mundo por estar. El que es capaz de salir de la boca de metro al lado del Big Ben en Londres y no encontrarlo. El viajero 5 sobrevive de casualidad, llega tarde siempre, sin maletas, sin mapa, sin aliento pero llega. La combinación del viajero 5 y el 3 es perfecta para sobrevivir en un viaje con amigos porque el despiste del primero paliaría la organización del segundo y al contrario el orden del segundo permitiría que el primero no se pierda en su destino. En una prueba de geochaching nuestro viajero 5 perdería hasta las coordenadas del móvil. Pero su espíritu relajado es una buena compañía de viaje porque el placer de viajar no se mide en la cantidad de cosas que veas si no en el tiempo que disfrutes con amigos y familia. No hay nada más importante que llevar en un viaje que las ganas de viajar.

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