¿Estás pensando en visitar Costa da Morte? Entra y conoce nuestra pequeña guía de turismo con la que podrás descubrir esta bella región costera coruñesa.
Es todo lo contrario a lo que su nombre sugiere. Son kilómetros y kilómetros de playas, es la fuerza del mar rompiendo en las rocas, destellos de luz, naturaleza salina. Está en la Coruña. Es La Costa da Morte. Y es un viaje de ida y vuelta al que, en cuanto pongas un pie, desearás que no llegue a su fin.
Allí disfrutarás de recorrer la costa coruñesa por sus carreteras secundarias, de contemplar lo espectacular del paisaje a cada kilómetro que recorras, que nunca querrás dejar atrás. Harás más altos en el camino de los que en principio tendrías pensado, porque la ruta por la zona te pedirá hacer tantas paradas como estampas quieras inmortalizar. Ésas son, amigo, algunas de las principales ventajas que te permiten los viajes en coche, ¡poder cambiar los planes tantas veces como te sugiera el destino!
De nuestro recorrido por La Costa da Morte, te recomendamos estos 5 lugares imprescindibles:
43.100128-9.225736- Langosteira: casi 3 kilómetros de arena blanca que te harán imaginarte en el Caribe. Las mejores vistas de este lugar las tendrás desde la Cruz de Baixar, dejando bajo tus pies la espectacular estampa playera.
- Fisterra: en el puerto, siguiendo la tradición, podrás presenciar a partir de las 16:30 las pujas.
- Cabo de Finisterre: Ésta es una de las estampas que quedarán grabadas en tu memoria por el poder de atracción que observarás desde el mirador: el acantilado, la mar, el faro, la brisa…
- Cuño: siguiendo la ruta hacia Muxía, aprovecharemos para hacer una parada en Cuño, la fuente de Lourido y recrearnos en las vistas que deja el mirador del monte Facho.
- Muxía: imprescindible pasar por el secadero de congrio de Miguel Diz, que funciona de manera totalmente artesanal desde hace siglos. ¡Sólo lo realizan a día de hoy dos familias en toda Europa!
Volvimos de este viaje renovados, con el recuerdo lleno de paisajes imborrables; el paladar, de buen comer; ganas de seguir recorriendo kilómetros que nos regalaran imágenes de las que no poder desplazar la mirada. Te lo dijimos: nada más llegar, ya desearás que el viaje no llegue a su fin.
?
