Los beneficios de viajar a contramarcha para los bebés

20 julio | 2016 | Un papá en prácticas

Entra y conoce con Goodyear y Un papá en prácticas los beneficios de viajar a contramarcha para los bebés y otros consejos útiles para organizar viajes sin sobresaltos.

Recuerdo que cuando aún estábamos embarazados e íbamos ilusionados a las tiendas de puericultura, en todas ellas nos vendían los beneficios de las sillas infantiles que tenían en catálogo. Tanto es así que hasta reservamos una. Aún hoy, con nuestra hija camino de los tres años, no hemos ido a buscarla. Ni vamos a ir. Ya avisamos a la tienda en cuestión. Por el camino nos informamos mucho y llegamos a la conclusión de que nuestra hija, una vez sacado todo el partido posible a la silla del grupo 0+, iba a seguir viajando a contramarcha. El motivo es muy sencillo y creo que cualquier padre lo entenderá: la seguridad.

Según diversos estudios, por ejemplo, en una colisión frontal a 50 km/h (pensad que es una velocidad relativamente lenta) viajando a contramarcha un niño de hasta cuatro años ve reducidas en casi un 90% las posibilidades de muerte y lesiones severas. ¡Un 90%! Quizás por ello, la DGT recomienda desde 2013 que los menores de cuatro años viajen en el sentido contrario a la marcha. Y quizás también porque, según sus datos, ir en el coche en una silla a contramarcha reduce en un 75% las posibilidades de tener lesiones graves en caso de  accidente. ¡Un 75%!

viajar a contramarcha

El motivo de esta diferencia abismal en la seguridad de nuestros hijos en función de si viajan a favor o en contra de la marcha se encuentra en su anatomía: el gran tamaño de la cabeza con respecto al cuerpo unido a la debilidad de su cuello hacen que en un choque frontal, viajando en el sentido de la marcha, el cuello se vea sometido a una presión que no es capaz de soportar. Así, siguiendo el ejemplo que hemos puesto en el párrafo anterior, en un choque frontal a 50 km/h, viajando en el sentido de la marcha el cuello tiene que aguantar un peso equivalente a entre 150 y 300 kilos. Haciéndolo a contramarcha, las fuerzas del golpe se reparten por todo el cuerpo, por lo que el peso que tiene que soportar el cuello se reduce considerablemente a entre 40 y 80 kilos. Se estima que el riesgo de lesiones graves comienza a partir de los 130 kg.

Con todos esos datos en la mano, en casa tuvimos claro que nuestra hija iba a viajar a contramarcha. Y todo ello a pesar de los mitos, como que van incómodos o que se aburren y no les gusta viajar para atrás, cosa que es sumamente difícil cuando para niños y niñas como la nuestra viajar a contramarcha es lo normal y lo que han venido haciendo desde que tienen unos días de vida. Y aún así, aunque se aburriesen, sería un mal menor teniendo en cuenta que les estás ofreciendo una seguridad que no tendrían en el sentido contrario.

Y es que, como decía hace unos meses en una entrevista publicada en Madresfera Magazine Elena Valdés, asesora médica de la DGT, “la prevención en el coche debería importarnos tanto como las vacunas que ponemos a nuestros hijos para inmunizarlos ante enfermedades contagiosas”. Al final estamos hablando de salud. De su salud. Y con eso no deberíamos jugar. Así que este verano, nos vamos de vacaciones a contramarcha.

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