Si estás pensando en viajar por España en autocaravana, te traemos algunas de las rutas más atractivas para conocer toda la riqueza del país. Conócelas
Viajar en autocaravana confiere al viajero una gran libertad para trazar la ruta que desee y al ritmo que sienta en cada momento. Es una de las ventajas de moverse a bordo de una casa rodante. Además, con ella puedes intimar mucho más con la naturaleza, deteniéndote a pasar la noche en campings y zonas de estacionamiento que suelen encontrarse inmersas en bosques, junto a ríos, playas y lagos, o en miradores que dan a acantilados batidos por un mar furioso.
La otra gran ventaja actual es que el viajero en autocaravana es totalmente independiente, no teniendo, si así lo desea, que relacionarse, de forma cercana, con otros viajeros o trabajadores de hoteles, restaurantes, etc. Por lo tanto, pueden viajar en una burbuja con ruedas que posee el sello “covid-free”.
Si estás pensando viajar en autocaravana por España, estas son algunas atractivas rutas:
Rías Baixas: patrimonio y gastronomía
Pocas áreas de España poseen la belleza natural y la riqueza patrimonial, gastronómica y cultural que puedes encontrar en las Rías Baixas. Siendo una zona rural y pesquera, recorrerla con tu casa rodante te llevará entre viñedos, bosques, acantilados, playas vírgenes, aldeas en las que parece haberse detenido el tiempo, yacimientos arqueológicos milenarios y, todo ello, acompañado de unas viandas y vinos con una de las mejores relaciones calidad-precio del país.
Una ruta en autocaravana por las Rías Baixas te descubrirá los castros celtas del Monte de Santa Tecla, desde donde puedes divisar la colorida y espectacular desembocadura del río Miño; las valientes mujeres mariscadoras de Cambados, que trabajan sin descanso en la ría de Arosa; la magnífica catedral de Santa María de Tui o el Monasterio de Oia, donde unos monjes guerreros cañoneaban, en el medievo, a los bajeles invasores; el bello sendero natural costero que lleva del Facho de Donón al faro del Cabo Home, con vistas a las islas Cíes, paraíso terrenal; o los pazos rodeados de interminables viñedos que producen caldos con Denominación de Origen Rías Baixas.
Es solo un atisbo de una magnífica ruta que llega a abarcar unos 1.500 kilómetros de carreteras bien equipadas con zonas de estacionamiento de autocaravanas y campings, y que, si quieres disfrutar a fondo, no debes realizar en menos de 10 días.
Vía de La Plata: 800 kilómetros de Gijón a Sevilla
Los amantes de la Historia y los paisajes y pueblos del interior de la península ibérica encontrarán un gran viaje en autocaravana en la Vía de la Plata.
Apodada por algunos “La Ruta 66 Ibérica”, este recorrido de 800 kilómetros que une Gijón con Sevilla, explora los tesoros patrimoniales y paisajísticos de siete provincias – Sevilla, Badajoz, Salamanca, Cáceres, Zamora, León y Asturias – repartidas en cuatro Comunidades Autónomas, siguiendo parte del trazado original de la Vía de la Plata.
Esta Vía de la Plata fue creada, hace más de dos milenios, por los tartesios, y mejorada y ampliada por los romanos. Campos de cultivos, parches boscosos, pantanos, yacimientos romanos e íberos, ciudades históricas, ríos, montañas… La Vía de la Plata tiene algo para cada viajero y, absorbiendo cada ápice de ella, se puede descubrir en una semana.
La Costa andaluza: 750 kilómetros de mar y sol
Los amantes del mar, la playa y el sol, deberán poner a máxima potencia el aire acondicionado de sus autocaravanas para recorrer un circuito de unos 750 kilómetros de extrema belleza.
Se puede comenzar en el Parque Nacional de Doñana, admirando sus marismas, dunas, bosques y abundante fauna y flora. Cádiz – “La Tacita de Plata” – es una buena excusa para aparcar la autocaravana en las playas del sur y visitar la ciudad. Tras hacerlo, las playas gaditanas de Conil de la Frontera, Bolonia o Zahara de los Atunes, te esperan para disfrutarlas activa – es el mejor punto de la península para practicar el kitesurf – o pasivamente. Si quieres alejarte un poco de la costa, los pueblos blancos, como Vejer de la Frontera, aparecen encaramados a montañas y colinas.
Los arenales malagueños de Maro y Torremolinos son una buena parada antes de cruzar la costa granadina y llegar al maravilloso Cabo de Gata, donde un litoral apenas explotado por el turismo ofrece playas vírgenes y salvajes como las de Mónsul y Los Genoveses. Además, el ambiente hippie de Cabo de Gata lo convierte en el lugar ideal para quedarte unos días en tu autocaravana, disfrutando de la vida bohemia. En total, esta ruta no debe realizarse en menos de 10 días.
Isla de Lanzarote: en cualquier época del año
Recorrer la isla de Lanzarote en autocaravana, en cualquier época del año, es una experiencia inolvidable. Te sentirás como si estuvieras horadando la superficie lunar a bordo de una especie de vehículo espacial. Así de alienígena es la belleza de una isla en la que no tendrás problemas para encontrar lugares espectaculares, en los que pasar la noche bajo unos cielos repletos de estrellas y sin apenas contaminación lumínica.
Visita el volcánico Parque Nacional de Timanfaya, las formaciones rocosas costeras de El Hervidero y las obras, esparcidas por la isla, del gran arquitecto local César Manrique, cuyas construcciones – como Jameos del Agua o el Mirador de las Peñas del Chache – se fusionan con la naturaleza de Lanzarote. También debes probar los vinos de La Geria, con esas extrañas vides protegidas por círculos de rocas en una tierra gris.
Las playas de Caleta de Famara o Papagayo son buenos lugares para parar a dormir (recuerda que mientras no saques toldos o mobiliario de la autocaravana, podrás pasar la noche estacionado en cualquier parking). Por último, deja la autocaravana en Órzola y toma el ferri a la isla de La Graciosa, un paraíso natural que debes recorrer en bicicleta o a pie.
La ruta completa abarca unos 500 kilómetros, pero es recomendable moverse lentamente y emplear, al menos, 6-7 días en ella.
Los Pirineos: montaña, lagos y pueblos encantadores
Los Pirineos, tanto en su versión aragonesa como catalana, ofrecen una perfecta combinación de paisajes naturales de extrema belleza con villas medievales en las que parece que has viajado en el tiempo.
Entre estas últimas destacan lugares como Besalú – con su puente románico y la colegiata de Santa María, además de una estupenda área de caravanas -, Castellfollit de la Roca, Beget o Ripoll.
En el aspecto aventurero, puedes liberar adrenalina en un descenso de rafting por las bravas aguas del río Noguera Pallaresa o, si viajas en invierno, acercarte a algunas de las estaciones de esquí andorranas, como la de Pas de la Casa, no sin antes explorar la bella Sierra de Montgrany, que coge de paso. Mención especial merece el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo central oscense, cuyos bosques regalan cada otoño un maravilloso espectáculo de colores.
Espectaculares rutas en caravana para disfrutar de la libertad y la inmensa riqueza natural y patrimonial de nuestra tierra. ¿Eres capaz de quedarte solo con un destino?
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David Escribano es un redactor de viajes freelance que trabajó durante años en fondos de inversión antes de descubrir su verdadera vocación. Ha realizado viajes de larga duración por los cinco continentes, contándolo en Viajablog desde el 2007. Colaborador habitual en Skyscanner y Rumbo y ocasional en Ocholeguas, se declara como un enamorado de África y los viajes improvisados