Las 5 mejores playas nudistas del Cantábrico

19 agosto | 2016 | Luis Fernandez del Campo Viajero Digital

Descubre con Goodyear y Luis Fernando del Campo de Viajero Digital un recorrido por las 5 mejores playas nudistas del Cantábrico, para disfrutar del verano tomando el sol y bañándose desnudos

En verano lo que más nos apetece es darnos un baño en la playa, para refrescarnos y relajarnos. Pero si además queremos sentirnos libres y en pleno contacto con la naturaleza, no hay nada mejor que bañarnos “en pelotas”, siempre y cuando tengamos la suficiente confianza con quienes nos acompañan, o aún mejor, si es una playa donde nadie nos conoce.

El nudismo, aunque pudiéramos pensar lo contrario, no está prohibido en ninguna playa de España, puede practicarse en cualquiera, sin temor a ser detenidos por las autoridades, aunque quizás nos mirarían mal si nos equivocamos de playa y fuéramos desnudos donde no procede. Así lo explicaba mi amiga Elena Benito Ruiz en su monólogo sobre el nudismo en Ignite. La clasificación de las playas españolas en naturistas (o nudistas, o libres, que también se les llama así) o “textiles” es meramente tradicional, viene dada por los usos y costumbres del lugar; así que para evitar confusiones, les haremos caso.

Dado que tenemos 7.905 kms. de costa en toda España y más de 3.000 playas de todo tipo en los tres litorales (cantábrico, mediterráneo y atlántico), haremos una breve selección, empezando por el mar Cantábrico, desde nuestra base de operaciones en Cantabria.

De este a oeste, mis playas nudistas favoritas son:

Barinatxe en Vizcaya. Conocida popularmente como “la salvaje”, ubicada entre los municipios de Getxo y Sopelana. Es una playa amplia, de arena blanca, encajada entre grandes acantilados, en la que se pueden realizar numerosas actividades, pues cuenta con una buena frecuencia de olas, ideal para practicar el surf, y también es muy apreciada para volar en parapente aprovechando la altura de sus acantilados. Como en todas las playas que citaremos, la práctica del nudismo es libre, conviviendo perfectamente los bañistas textiles con los nudistas. Al llegar a la playa, hay un cartel con un plano de la misma, en el que con una línea de puntos separa la parte derecha (nudista) de la parte izquierda (textil). Pero cuando bajas a la arena te das cuenta de que es una frontera imaginaria y muy difusa.
La playa dispone de todos los servicios: aparcamiento, socorristas, duchas, chiringuito, escuela de surf, vestuarios, etc. Es famosa también por una carrera popular nudista que se realiza todos los años en el mes de julio.

El Puntal, en Ribamontán al Mar (Cantabria). Se trata de un largo puntal de arena dorada (2,5 kms.) que, saliendo desde Somo, se extiende por el centro de la bahía de Santander. La parte interior o cara sur, es de aguas tranquilas en las que suelen fondear muchos barcos de recreo, y en la parte exterior o cara norte, además de tener un mayor oleaje, ideal para los surferos, puedes disfrutar de las mejores vistas de la ciudad de Santander. El nudismo se practica principalmente en la zona de las dunas, entre el primer y el segundo embarcadero (este último en desuso).
En verano tiene servicio diario de lanchas desde el Palacete del Embarcadero (en Santander), cada 30 minutos, pero solo “en días de buen tiempo”, tal como dice el cartel de la empresa concesionaria del transporte marítimo, Los Reginas. Cabe destacar su chiringuito, calificado como el mejor de España en cuanto a ecosostenibilidad, además de contar con una excelente cocina de pescado y marisco a precio muy razonable. Sin duda, un lugar perfecto para practicar el vermuteo, la comida, y hasta las copas de sobremesa. Tanto, que se cuenta que las hermanas Koplowitz vinieron el año pasado y se quedaron prendadas del lugar.

Covachos, en Soto de la Marina (Cantabria). Es sin duda una de las primeras playas naturistas de Cantabria, situada a tan solo 10 kms. de la ciudad de Santander. Los accesos se realizan a través de un camino que desciende entre rocas. Es una media luna de arena, de unos 500 m. (en bajamar), situada al pie de unos acantilados que garantizan la intimidad de sus bañistas, y desde los que cae un arroyo que se precipita en cascada sobre la zona rocosa que divide en dos la playa. Con marea baja, puedes llegar caminando a la vecina isla del Castro, unida por un fino tómbolo de arena, desde donde podrás divisar la cercana playa de la Arnía. Además de nudismo, es una zona perfecta para practicar snorkel (buceo con gafas y tubo) en sus cristalinas aguas sobre un fondo parcialmente rocoso. El único fallo es que no tiene duchas, ni chiringuito, por lo que tendrás que llevar tus propias provisiones.

Playa de Covachos

Somocuevas, en Liencres (Cantabria). Muy cercana a la anterior, situada en el entorno de Costa Quebrada, del que también forman parte otras playas como Arnía, Portío, Cerrías, Canallave y Valdearenas. Es una playa muy pequeña y casi sin equipamientos (ni duchas, ni socorristas, ni tan siquiera chiringuito), pero muy coqueta y con aguas cristalinas. El acceso se realiza a través de una larga escalinata de madera que nos lleva desde el aparcamiento hasta la arena. Tiene dos partes, un cómodo arenal a la izquierda, encajado entre el acantilado y la isla vecina, y otra zona rocosa con impresionantes vistas. Como los cántabros somos gente muy aguerrida, aquí también se celebra anualmente una prueba atlética nudista, pero aún más dura que la de nuestros vecinos vascos en La Salvaje: el aquatlon, dos carreras de 1.000 m. y entre medias una prueba de natación de 500 metros.

Y aunque podríamos seguir en Cantabria, pues aún nos quedan dos magníficos arenales (con zona nudista) por visitar, como son Liencres y Oyambre, para rematar este ranking nos vamos a Asturias:

Torimbia, en Niembro, dentro del concejo de Llanes (Asturias). Sin duda, es la mejor de todas y por tanto mi favorita, con aguas cristalinas y arena dorada. Es una de las primeras playas en las que se practica el nudismo en España, ya desde los años 60, por algo será. Tiene forma de concha, de 500 m. de largo y 100 de ancho (en bajamar), situada al fondo de unos acantilados de más de 50 m. de altura que la resguardan de vientos y de miradas indiscretas. El acceso es cómodo, a través de una larga senda peatonal (casi 1 km.) que te lleva desde lo alto del mirador. Cuenta con servicio de vigilancia y socorrismo, y un chiringuito a pie de playa, muy aceptable. Es un auténtico paraíso, por su entorno paisajístico, y está considerada paisaje protegido. Una vez que la conozcas, Torimbia se convertirá en la referencia con la que no podrás evitar comparar a todas las demás playas, sean naturistas o textiles.

Recuerda que, tanto si practicas el nudismo como si no, puedes acudir a estas playas como prefieras, con o sin bañador. Aunque, ya puestos, no hay nada mejor que un buen baño en traje de Adán o Eva. ¿Verdad?

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