¿Qué es el renting y el leasing? Características y comparativa

8 noviembre | 2022 | Goodyear

En los últimos años han surgido nuevas formas de adquirir un vehículo, como el renting o el leasing, pero ¿Sabes en qué consiste?, ¿Sus pros y contras?

Si estás buscando opciones diferentes a la compra tradicional de un vehículo y te planteas una modalidad de alquiler de coche a largo plazo, ¡sigue leyendo! Hoy te contamos en qué se diferencian el renting y el leasing. Repasamos características y ventajas para que decidas cuál se adapta mejor a tus necesidades.

Simplificando, podríamos decir que el renting es un alquiler a medio plazo y el leasing, uno a largo plazo con opción de compra al final. Ambos son una forma flexible de hacerse con un vehículo más allá de la adquisición tradicional, pero tienen notables diferencias.

Al principio, ambos sistemas estaban destinados solo para empresas y autónomos. Después, el renting se abrió a los particulares y, tal fue su demanda, que las empresas de alquiler de vehículos y los propios fabricantes de coche también decidieron poner el leasing a disposición del gran público.

Las diferencias son múltiples: en el tiempo de alquiler, en quién gestiona el vehículo o quién asume sus gastos, así como en el contrato que hay que realizar. Te lo explicamos punto por punto.

Diferentes tiempos de alquiler

Primera diferencia entre ambos sistemas: el tiempo del alquiler. En líneas generales, el renting tiene una duración máxima de aproximadamente 60 meses. Al final de este tiempo, el usuario deberá renovar el contrato sobre el mismo coche o bien formalizar un nuevo acuerdo sobre un nuevo vehículo.

Por su parte, el leasing tiene una duración mínima de unos dos años, pero lo habitual es que se prolongue en el tiempo hasta casi una década. Al final del tiempo estipulado, el usuario podrá comprar el vehículo a un precio mucho más bajo que el del mercado o bien devolverlo.

El tiempo de alquiler también determina el importe de las cuotas. Como el leasing es a más largo plazo, suele ser más económico que el renting.

Diferentes tipos de contrato

Llegamos a la parte más importante: quién es el responsable del coche y cómo se gestiona su alquiler. En el renting, la empresa alquiladora siempre detenta la titularidad y la propiedad del bien. Si la otra parte acepta las condiciones, se formaliza el contrato. Sin embargo, en el leasing la empresa detenta la propiedad, pero no la titularidad del vehículo, que corresponderá al cliente. Por eso, el leasing siempre necesita formalizarse a través de una entidad crediticia.

Quién ostenta la titularidad del coche es muy importante, porque conlleva unas obligaciones. Así, el propietario del renting no se tiene que ocupar de ninguna gestión. La empresa se hará cargo de todo lo que implique el uso y disfrute del coche, como el pago del seguro, el servicio de asistencia en carretera, la matriculación, el pago de impuestos, el mantenimiento preventivo y las reparaciones mecánicas: cambio de neumáticos, etcétera. Eso sí, el usuario tendrá que afrontar las multas económicas que se deriven de su mal uso y, por supuesto, del combustible.

En el leasing, todas esas gestiones caen del lado del usuario que solo se beneficia de la financiación del bien.

¿Y las ventajas económicas?

De entrada, parece que el renting es mucho más interesante económicamente hablando. Además, como todos los servicios están incluidos, se puede hacer una previsión del gasto que vas a tener. Por ejemplo, si pagas 100 euros al mes, ese será el dinero que te gastarás de principio a fin del contrato. Eso sí, cancelar esa relación contractual antes de tiempo suele acarrear una penalización económica.

En el leasing no se pueden hacer esas previsiones de gasto. Nadie sabe a qué averías o imprevistos pueden surgir en el uso del coche. Eso sí, hay más aspectos que deberías tener en cuenta cuando elijas entre uno y otro.

Ya hemos adelantado que en el leasing las cuotas suelen ser más baratas, pero hay más. Al ser un sistema de financiación, se incluye dentro del activo inmovilizado y en el pasivo de la empresa, mientras que el renting se considera un gasto.

Ambos tienen ventajas fiscales: en ambos, puedes deducir el IVA de las cuotas si el vehículo está vinculado a un negocio. En el leasing, además, puedes financiar el 100% de la inversión del vehículo.

Y no nos podemos olvidar que, al final del contrato del leasing, el usuario podrá comprar el coche pagando solo su valor residual. ¡Y la empresa de alquiler está obligada a respetar ese precio ya pactado!

¿Cuál es el cliente tipo de cada servicio de alquiler?

Si eres de los que te gusta cambiar de coche cada poco tiempo, el renting es la opción perfecta. Por ejemplo, podrás cambiar de un deportivo a un monovolumen si amplias la familia o pasar de un vehículo de combustión a uno eléctrico si cambia la normativa de emisiones en tu ciudad.

El leasing es una forma muy interesante de amortizar el precio de un coche en un plazo largo, como mínimo más de 7 años.

Como ves existen formas más flexibles que la tradicional compra. El renting o el leasing te permiten conducir el modelo que tú quieras sin tener que hacer un gran desembolso económico… ¡y con importantes rebajas fiscales! Repasa tus opciones.

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