Entra y descubre algunos interesantes y útiles consejos sobre cómo prevenir la fatiga al volante y evitar posibles problemas en tus viajes.
Mantenerse descansado, despierto y activo es necesario para afrontar nuestros viajes en coche con garantías. Sobre todo, si se trata de desplazamientos largos o a horas complicadas. Aquí te presentamos una serie de consejos y recomendaciones para evitar la fatiga al volante, gracias a los cuales tu seguridad y la de tus acompañantes se verán incrementadas.
Descanso
Comienza el viaje en plenas condiciones. Es muy importante llegar descansado a nuestro desplazamiento. Por eso, procura dormir un mínimo de siete horas durante la noche anterior. Además, no recorras muchos kilómetros tras una jornada de trabajo larga.
El uso de gafas de sol al volante reducirá considerablemente tu fatiga visual (¡póntelas!).
Temperatura
Conduce siempre en condiciones de temperatura adecuadas, es decir, huye del frío y calor extremos. Los expertos recomiendan mantener una temperatura en el coche de entre 21 y 24 ºC. Además del control de la temperatura, es importante que mantengas el habitáculo fresco y ventilado. La falta de humedad puede resecar tus vías respiratorias y causar molestias.
Hidratación
Bebe. ¡Bebe! La escasez de líquidos en tu organismo disminuye la capacidad para prestar atención. Lleva tu botella de agua fresca en el coche o -todavía mejor- aprovecha para parar y pedirte algo en una cafetería. ¿Agua? Buena solución. ¿Un refresco? Todavía mejor. El azúcar que te aporta un Kas o una Coca-cola mejorará tus niveles de atención, al tiempo que funcionará como hidratante. ¿Conoces la campaña de RACE un refresco será tu mejor combustible?
Alcohol
Detenerte en un bar para hidratarte está bien, pero consumir alcohol no te ayudará a evitar la fatiga al volante. Y no estamos hablando únicamente de superar el límite permitido. Si vas a conducir, aléjate de las bebidas alcohólicas. De drogas ya ni vamos a hablar, por supuesto.
Planificación
No improvises. Planifica tu viaje e incluye paradas estratégicas para descansar y reponer energías. Evita conducir durante periodos largos. Te recomendamos hacer siempre una parada cada 200 kilómetros o dos horas. Estira las piernas, desentumece tus músculos, camina un poco y, cuando te sientas preparado, regresa al coche.
Una buena parte de la planificación está directamente relacionada con el primer punto que destacamos en nuestras recomendaciones: el descanso. En España estamos acostumbrados a planificar nuestros viajes, pero a hacerlo mal. Apurar la jornada laboral y viajar justo al finalizarla es un error. Termina tu trabajo, prepara el coche para el día siguiente y descansa esa noche. Tu cuerpo te lo agradecerá.
En este sentido, necesitamos recordar que el último tramo del trayecto es siempre el más incómodo. Notamos la suma de kilómetros en nuestro interior e, inconscientemente, aumenta nuestra ansiedad por alcanzar nuestro destino. Sé plenamente consciente de esta realidad para manejar la situación y recuerda afrontar las cosas con calma.
Haz caso de las señales de tu cuerpo
Conocerse a uno mismo es siempre sinónimo de seguridad. Tu cuerpo mostrará una serie de señales cuando comience a estar fatigado. Parpadearás más que de costumbre, te sentirás más agarrotado, pondrás el piloto automático… Solo existe una solución cuando estas cosas pasan. Para. Detente y descansa. Un rato o lo que necesites. No conduzcas nunca cuando tu cuerpo te está diciendo a gritos que debes detenerte.
Otros síntomas de cansancio son: somnolencia, calambres, sequedad en la boca y garganta, sensación de que las piernas y los brazos se duermen, disminución de reflejos o un molesto zumbido en los oídos.
El placer de viajar
Seguir nuestros trucos contra la fatiga te proporcionará una mayor seguridad para afrontar tus desplazamientos y será mucho más sencillo para ti disfrutar viajando. Lo más importante es sentir esos kilómetros que cuentan y hacerlo de manera responsable nos ayudará a poder repetir la experiencia.