¿Qué es el diferencial autoblocante?

22 octubre | 2019 | Goodyear

Si aún no sabes qué es un diferencial autoblocante y cuál es su función, en Goodyear te contamos todo lo que tienes que saber sobre él.

El diferencial autoblocante es la pieza de nuestro motor que impide que una rueda gire libremente respecto a la otra. Es decir, es la parte mecánica que pone límite al giro máximo de la dirección poniendo un grado de resistencia fijo. Es posiblemente una de las piezas más complejas del coche y, al mismo tiempo, fundamental para el funcionamiento del vehículo. Si aún no sabes qué es un diferencial autoblocante y cuál es su función, en Goodyear te contamos todo lo que tienes que saber sobre él.

¿Cómo funciona el diferencial autoblocante?

La principal función de esta pieza es anular el efecto del diferencial, que posibilita que el vehículo pueda seguir la trayectoria en las curvas ya que hay una diferencia de giro entre la rueda exterior y la interior. El diferencial recibe la fuerza de la salida cuando en la caja de cambios engranamos un piñón de ataque (al meter una marcha). Éste hace girar una corona dentada que tiene atornillada un conjunto de piñones. Éstas son las piezas que hacen posible la diferencia de giro.

Se llaman satélites y planetarios: los planetarios van unidos uno a cada semieje para que su movimiento haga girar las ruedas; por su parte, los satélites son los que giran alrededor de los planetarios y son los que permiten la diferencia de giro.

Dicho de otra manera: cuando el coche circula en línea recta, los satélites están quietos y los planetarios giran a igual velocidad. Cuando el coche esté circulando en curva, los satélites empiezan a girar y hacen que los planetarios giren a otra velocidad. El resultado del diferencial autoblocante es anular el giro de los satélites según convenga en cada momento.

Pero no todo es tan sencillo. Muchas veces una rueda ofrece menos resistencia que la otra en la marcha y esto puede pasar porque estemos pasando un bache, un poco de tierra, una placa de hielo… En este caso, el diferencial enviaría toda la fuerza a la rueda que gira libremente y la que tiene adherencia se quedaría sin fuerza.  Si nuestro vehículo no tuviese diferencial autoblocante que elimine la acción del diferencial entre ambas ruedas, bastaría que una sola rueda no tuviese adherencia para que el coche no se moviera.

Tipos de diferencial autoblocante

Existen diferentes tipos de diferencial autoblocante:

  • De tipo mecánico: un muelle provoca que un mecanismo aumente el roce interno, poniendo límite al giro cuando se detecte diferencia de giro entre los semiejes.
  • De tipo mecánico con engranajes especiales: con el sistema Torsen (contracción del inglés ‘torque sensitive’ o sensible al par).
  • De tipo mecánico con visco acoplador tipo Ferguson.
  • De tipo electrónico: utilizando sensores del sistema de frenado ABS y EPS. Estos impiden que las ruedas pierdan adherencia y que no se pierda la tracción. Son los más versátiles y los que más se están instalando en los nuevos vehículos.

Los diferenciales electrónicos

Los sensores de ABS y ESP tienen gran protagonismo para decidir cómo se debe repartir el diferencial de la fuerza. La electrónica lo interpreta rápidamente y la unidad de mando bloquea a conveniencia el diferencial gracias a unos embragues intercalados dentro del propio diferencial. Estos embragues se activan bajo presión hidráulica.

Estos diferenciales tienen la función de decidir en cortísimo espacio de tiempo cuánto, cómo y cuándo bloquear el reparto diferencial. Tecnológicamente, muchos coches de altas prestaciones y de competición pueden seleccionar diferentes programas donde se varía el comportamiento del diferencial según el tipo de conducción ya sea por el tipo de conducción, terreno, etc…

Con estos avances se ha conseguido que en lugar de quitar par a la rueda interior, lo que hacen es aumentar el de la rueda exterior. Esto facilita mucho el paso en curva del coche y son los llamados diferenciales vectoriales. Es el que monta, por ejemplo, un clásico como el Porsche 911, en su eje trasero.

La importancia del autoblocante en vehículos de competición

Lo más importante para un coche de competición es la tracción y aquí es vital el diferencial autoblocante porque debe ser de altas prestaciones. Gracias a este componente, los coches pueden rendir al máximo en sus pasos por curva o tramos en malas condiciones o bacheados.

Si nuestro vehículo tuviera un diferencial 100/100 sería como soldar una rueda a la otra, es decir, no habría diferencias de giro entre ambas ruedas. Como referencia, un diferencial del 25/40 es aquel en el que si la rueda de un lado diese 100 vueltas, la otra daría 25 (y en retención, 40). En los coches de altas prestaciones, rallies y diversas competiciones, los pilotos suelen llevar bloqueos superiores al 40%, añadiendo mucha brusquedad a la conducción.

Por su parte, los vehículos que se venden habitualmente o coches de calle no suelen superar un diferencial del 25%. Esta limitación puede variar, pero siempre estarán equipados con diferenciales activos de control electrónico, donde el tarado variará según la conducción y las condiciones de la carretera.

Además, hay que tener en cuenta que los coches con tracción delantera no suelen emplear diferenciales autoblocantes por cuestiones de seguridad, ya que normalmente demandaría una reacción inmediata por parte del conductor ante las reacciones de la dirección. Solo los coches de conducción deportiva suelen llevar diferencial autoblocante en el eje delantero, aunque existen algunos modelos en el mercado que actualmente sí los utilizan.

El diferencial autoblocante es una pieza fundamental para el rendimiento de nuestro coche, sea el modelo que sea, aunque la mayoría de los conductores desconozcan cuál es su importante función en su conducción diaria.

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