El sistema ISOFIX en los vehículos ha revolucionado la seguridad infantil desde su aparición. Te contamos en qué consiste y sus principales ventajas.
Todos los coches fabricados desde agosto de 2010 lo tienen que llevar instalado. También es obligatorio para las sillitas de los niños más pequeños (de hasta 105 centímetros o 18 kilos de peso) y muy recomendable para el resto. Te contamos cómo estas “pequeñas argollas” denominadas Isofix han revolucionado la seguridad infantil.
¿Qué es el Isofix?
El Isofix está a punto de cumplir 25 años, un cuarto de siglo salvando vidas. Su origen es alemán: fue un invento presentado por Volkswagen y la firma de sillitas Britax Römer para el Golf IV en el Salón de Frankfurt de 1997. Poco a poco fue ganando adeptos y en 2010 se imponía por ley que todos los coches nuevos tenían que llevarlo instalado. La industria de los sistemas de retención infantil (SRI) tardó un poco más en adaptar sus modelos, pero a día de hoy ya es obligatorio para las sillitas de los grupos 0+ y I, aunque, en realidad, ya casi todas lo llevan.
Porque el Isofix es “cosa de dos”: es la unión perfecta de la sillita al coche, el anclaje más seguro que impide que coloquemos mal el SRI. Con este sistema, la silla queda unida al chasis del vehículo. De otra manera, esta quedaría sobre el asiento y sujetada por un cinturón de seguridad que está diseñado para retener el cuerpo de un adulto.
Una sillita mal instalada no solo no protege, sino que puede causar más lesiones. Además de para el niño, puede resultar un peligro para el resto de los ocupantes del coche. En caso de choque, saldrá disparada contra las plazas delanteras, por eso se recomienda llevarla siempre anclada, aunque vaya vacía.
Isofix, mucho más que simples argollas
El sistema Isofix debe su nombre a la popular normativa ISO de estandarización y “FIX” (en inglés, sujeción). Era necesario un sistema que valiese para todos los coches y para todos los sistemas de retención infantil. Así, se regularon milimétricamente cuáles y cómo deberían ser sus partes:
Los anclajes del automóvil
Son dos anillas que se encuentran entre la banqueta y el respaldo de los asientos traseros del coche (algunos modelos también las llevan en la plaza del copiloto). Están unidos al chasis del automóvil e impiden que la silla se desplace o vuelque en caso de accidente.
Los anclajes de las sillitas
Son dos barras rígidas que se enganchan a los anclajes del coche: solo hay que empujar hasta que oigas un “click” (señal de que está bien colocado). En algunos modelos, también se incluye un testigo visual que indica que se ha anclado correctamente. Aun así, se recomienda que, tras la instalación, se haga una pequeña comprobación manual.
El “Top Tether”
Obligatorio en los vehículos de nueva fabricación desde 2013, es un tercer punto de anclaje, un cinturón que sujeta la parte posterior del respaldo de la silla. En algunos vehículos sale del respaldo del coche y, en otros, del maletero. Ten en cuenta que los denominados SRI de tres puntos están pensados para coches con Top Tether y no son válidos para el resto.
La pata de apoyo
La pata de apoyo se estira hasta hacer tope con el suelo del vehículo. Es una alternativa al Top Tether. Lo llevan sobre todo las sillas del grupo 0+ y I, ya que se puede montar en el sentido contrario a la marcha.
Los sistemas de retención infantil que llevan Top Tether se denominan “universales” y los que optan por un punto de anclaje al suelo son “semi-universales” (debes comprobar si son válidos para tu vehículo).
Y, sin embargo, la sillita se mueve
El ISOFIX ancla la sillita al chasis del vehículo. Sin embargo, permite que esta tenga cierto movimiento. En caso de accidente, el SRI acompañará en el golpe al bebé y no se mantendrá absolutamente rígido. Este ligero movimiento lateral está estudiado para que el cuerpo del niño absorba la menor energía posible. También existe cierto movimiento en el sentido de la marcha, pero es menos perceptible.
Si llevas la sillita sujeta simplemente con el cinturón de seguridad, los niños irán más desprotegidos en caso de choque lateral. Además, las diferentes pruebas de impacto han demostrado que el ISOFIX consigue mejores resultados a la hora de reducir la deceleración.
Recuerda que este sistema ha nacido ya directamente para proteger a los niños, mientras que el cinturón de seguridad es un elemento diseñado para adultos. Pero, sobre todo, ten en cuenta que el ISOFIX asegura que la sillita va siempre bien instalada: un SRI adecuado y bien colocado reduce hasta en un 75% el riesgo de muerte en caso de accidente y un 90% el de lesiones.
Según el RACE, cada día 15 niños resultan heridos en las carreteras españolas. La mayoría de los accidentes en los que están implicados los menores se producen en los trayectos que unen la casa con el colegio y viceversa. El ISOFIX te permite llevar la sillita siempre bien instalada de la manera más rápida. Así, nunca bajarás la guardia. Sentarse, abrocharse y listo.
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