Cómo funcionan los sensores de aparcamiento y por qué necesitas uno

9 octubre | 2018 | Goodyear

Conoce qué son y cómo funcionan los sensores de aparcamientos y los mejores que puedes instalar en tu coche ¡y olvídate de disgustos!

Ya no tienes excusa para intentar dejar tu coche en ese aparcamiento estrecho. Conoces la maniobra indicada para aparcar en cada situación  , las apps más útiles que puedes utilizar para no quedarte sin sitio y, por si eso fuera poco, tienes en el mercado coches que aparcan solos. Pero, si aún así te sientes inseguro y/o no quieres cambiar de vehículo, siempre puedes recurrir a un sensor de aparcamiento para asegurarte de que tu coche entra en el hueco sin rayones ni sustos.

Los sensores de aparcamiento, esos inventos que hace no muchos años parecían cosa de ciencia-ficción pero que hoy en día vienen de serie en la mayoría de modelos, son tu mejor aliado para aparcar con éxito.

La principal función de los sensores de aparcamiento es facilitar la maniobra en espacios ajustados, aunque algunos de los más desarrollados también pueden resultar útiles para evitar atropellos y golpes. Pero, ¿cómo funcionan los sensores de aparcamiento y qué tipos hay? Y, sobre todo, ¿cómo puedes conseguir uno si tu coche no lo tiene incorporado?

Principal función: emitir señales

Los sensores de aparcamiento se instalan en el parachoques del vehículo y alertan mediante sonidos, y en algunos casos también con recursos visuales, de la distancia a la que se sitúan los objetos cuando estamos maniobrando (otros vehículos, columnas, bolardos…). Aunque la mayoría de los modelos de coche recientes los incorporan de serie, también puedes adquirirlos como accesorio y colocarlos en cualquier vehículo.

Las alertas acústicas suelen aumentar de frecuencia e intensidad a medida que reducimos la distancia con el objeto, mientras que las señales visuales pueden ser leds que mediante colores indican las distancias o bien gráficos que señalan los centímetros exactos a los que se sitúa la pared.

Tipos de sensores según la tecnología

¿Cómo detectan los sensores los posibles obstáculos cuando estamos aparcando? Su tecnología es más sencilla de lo que parece. Así, existen dos tipos de sensores según el funcionamiento: por ultrasonidos y de detección electromagnética.

  • Los sensores de aparcamiento por ultrasonidos calculan las distancias gracias al eco que reciben cuando emiten las ondas ultrasónicas. Suelen tener el aspecto y el tamaño de una moneda y se colocan en el parachoques junto a los faros.
  • Los sensores de aparcamiento por detección electromagnética o radar consisten en una tira metálica instalada en el interior del parachoques que calcula la distancia mediante alteraciones del campo electromagnético.

Sensores de aparcamiento

¿Qué sensor de aparcamiento es mejor?

La pregunta que surge ahora es: ¿qué sensor de aparcamiento es mejor? La respuesta, como casi siempre, depende del tipo de vehículo y de las necesidades del conductor pero, en líneas generales, los sensores por ultrasonidos detectan las distancias en prácticamente cualquier situación pero tienen ángulos muertos; mientras que los electromagnéticos pueden presentar problemas en condiciones de lluvia pero captan todo el espacio alrededor del parachoques y, además, detectan obstáculos también en movimiento.

Conocer el alcance y limitaciones de los diferentes sensores de aparcamiento es importante porque si tu vehículo no incorpora esta tecnología de serie, puedes adquirirla como accesorio. En el mercado se ofrecen tanto sensores de ultrasonidos como por radar, y con cables o inalámbricos. Eso sí, ten en cuenta que el sensor necesita conectar el parachoques trasero con el salpicadero, una operación que a priori, si es de cable, no es sencilla (siempre y cuando quieras montarlo tú mismo).

De cualquier modo, antes de adquirir un sensor de aparcamiento para nuestro coche y olvidarnos así de pequeños disgustos a la hora de aparcar, es recomendable que nos fijemos bien en algunas de sus características.

Qué debemos tener en cuenta antes de comprar un sensor de aparcamiento

Para elegir un buen sensor de aparcamiento hay que tener en cuenta, sobre todo, el rango de distancias que mide. Y, puesto que lo que pretendemos es aparcar en un espacio estrecho, la relevante es la distancia mínima. Lo ideal es que el sensor detecte obstáculos al menos a 30 centímetros, y, sobre todo, que la medición sea precisa. En cuanto a la distancia máxima, la mayoría de modelos alcanzan los 1,5 metros.

Otra característica a evaluar es el tipo de señales que emite. Si son sonoras, que se oigan claramente pero no resulten estridentes; y si se trata de señales visuales, mejor que sean intuitivas pero que no distraigan del volante.

Los modelos habituales son universales, compatibles con cualquier tipo de vehículo, pero comprueba siempre que ese sea el caso antes de adquirir tu sensor de aparcamiento.

Si como conductor aún temes las plazas de aparcamiento estrechas, las columnas de los garajes y los bolardos de algunas calles, los sensores de aparcamiento pueden ser tu salvación. Eso sí, que te indiquen la distancia a la que se encuentra en el obstáculo no basta para aparcar a la primera, y bien. La práctica y la pericia son tus otros aliados.

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