Coches autónomos: presente y futuro del coche sin conductor

19 mayo | 2020 | Javier Reyero

Goodyear responde a las preguntas más frecuentes sobre los coches autónomos: cómo funcionan, cuándo estarán en circulación, si son seguros ¡infórmate!

Desde hace años se viene escuchando que el coche totalmente autónomo ya estaba aquí, pero la realidad es otra. Si bien es cierto que casi todas las grandes compañías del sector disponen de prototipos de automóviles que son capaces de moverse autónomamente, su puesta en circulación en masa es mucho más complicada, pues es necesario que la electricidad sea capaz de moverlos y es primordial que su comunicación con otros vehículos o con las infraestructuras, principalmente viales, sea perfecta. Todo este conjunto, a día de hoy no se está cumpliendo… y tardará en lograrse.

El desarrollo de estas tecnologías es increíblemente caro, complejo y no da beneficios en el corto plazo, por lo que las multinacionales han de establecer alianzas con otras compañías para compartir gastos y conocimientos. Repasamos el estado actual del coche autónomo y la conducción autónoma y los retos de futuro.

¿Qué es un coche autónomo?

Se trata de un vehículo que reconoce la carretera y el entorno a través de una serie de sensores y sistemas de mapeados en 3D. Para ello, utiliza tecnologías como radares convencionales, radares LIDAR (una tecnología que usa láseres en lugar de ondas de radio para construir una imagen tridimensional del entorno), láser, visión computerizada por cámaras y sistemas de posicionamiento global como el GPS.

Todo esto supone un importante flujo de información del entorno ya que, aparte de identificar la ruta, se reciben datos de cómo interpretar las señales de tráfico e infraestructuras viales, la acción de otros vehículos y la presencia y movimiento de otros posibles obstáculos, como los peatones.

Estamos aquí ante el gran desafío al que se enfrenta la industria: cómo procesar y analizar esa ingente cantidad de información (en torno a un terabyte a la hora) en tiempo real y hacer que el vehículo “responda” a ellas en milisegundos.

Coche autónomo

Los 5 niveles de la conducción autónoma

Por eso, la conducción totalmente autónoma todavía es algo que queda lejos. Valga como ejemplo las continuas investigaciones al respecto de Google (que lleva más de 10 años en esta lucha), Apple o Tesla: ninguno de ellos, a día de hoy, cuenta con un vehículo completamente autónomo que puedas recoger en el concesionario.

No obstante, la investigación que está desarrollando la industria en el apartado del coche autónomo no está cayendo en saco roto. Muchas de las tecnologías de vanguardia que están recibiendo los coches en los últimos años hay que agradecérselas a este intento titánico de lograr un vehículo 100×100 autónomo.

Piensa en sistemas de frenado, mantenimiento del carril o de distancia de seguridad automática con el coche que nos precede que podemos ver en el equipamiento de muchos coches que ya recorren nuestras carreteras.

A pesar de ello, en la actualidad sí que podemos hablar de que hay coches autónomos, aunque no en el sentido más estricto de la palabra. Para explicar esto hay que referirse a los diferentes niveles de conducción autónoma que son los que reconoce la industria del automóvil.

La Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE por sus siglas en inglés) es la que ha definido el estándar de niveles de conducción autónoma que puede tener un vehículo.

Nivel 0

Sin automatización de la conducción. No existe ningún tipo de ayuda y es necesaria la presencia de un ser humano para el control de todo. Máxima implicación del conductor.

Nivel 1

Asistencia al conductor. Implica que los ‘controles individuales sean automáticos’; es decir, todo aquel vehículo que cuente con freno autónomo de emergencia, control de velocidad, control de crucero o control de estabilidad. De esta manera, el conductor y el sistema automático comparten el control del vehículo. Máxima implicación del conductor.

Nivel 2

Automatización parcial de la conducción. En este nivel, el conductor es responsable de supervisar la conducción y ha de estar dispuesto a intervenir en cualquier momento para recuperar el manejo, pero el automóvil debe ser capaz de controlar ‘dos funciones al mismo tiempo’. Por ejemplo, aquellos coches con control de crucero automático y mantenimiento en el carril. El conductor puede retirar las manos y la vista temporalmente.

Nivel 3

Automatización condicional de la conducción. El vehículo es capaz de controlar todas las tareas, pero el conductor tiene que estar en disposición de tomar el control en determinadas situaciones si así es requerido. Ejemplo de ello son coches con asistentes en atasco, en los que el automóvil, por sí solo, acelera, frena, se detiene, arranca y mantiene el carril hasta una velocidad cercana a los 60 km/h. El conductor puede retirar las manos y la vista. 

Nivel 4

Alta automatización de la conducción. El vehículo controla todas las tareas sin necesidad de que el conductor esté en disposición de actuar, aunque tiene la opción de hacerlo. No es necesario prestar atención a la conducción.

Nivel 5

Automatización total de la conducción. Conducción plenamente automatizada: el vehículo no necesita de la intervención humana porque opera por sí mismo. No hacen falta ni volante ni pedales. No es necesaria la presencia del conductor.

Coche autónomo

¿Qué marcas apuestan por el coche autónomo?

Aunque hay varias marcas de coches están apostando por la conducción autónoma o por tecnologías que hagan, con el tiempo, que la actuación del conductor se reduzca a lo imprescindible, hay determinadas compañías que parecen un paso por delante en esta carrera.

Google, como no, está entre ellas. Su filial dedicada al coche autónomo, Waymo, acaba de presentar el Waymo Driver, un nuevo software que soporta tecnología 5G, que aumenta la versatilidad del automóvil a la hora de transportar tanto personas como mercancías, y que ha sido probado en el Jaguar I-Pace. Sobre su carrocería se montará un conjunto de sensores Lidar 360, que irá instalado en el techo del vehículo para obtener una visión periférica de todo cuanto le rodea. Por ahora, Waymo ha firmado un acuerdo con la empresa de logística UPS para para poner en marcha un proyecto piloto de un servicio de entregas automatizadas en Phoenix, Estados Unidos.

Tesla, por su parte, es la que, a priori, tiene un camino más avanzado en el segmento, aunque parece más una maniobra de marketing que otra cosa. Lo que ofrece Tesla en sus modelos es un sistema de conducción autónoma Nivel 2 (el conductor sigue siendo imprescindible), aunque dice estar preparada para que sus automóviles soporten un nivel de “conducción autónoma total”; es decir, Nivel 4 o Nivel 5. A la espera de que la legislación permita en coches de calle estos niveles, la marca de Elon Musk sigue con sus pruebas con el sistema Autopilot, que es la base de su tecnología.

Volkswagen, por su parte, quiere adelantar a Tesla por conseguir el Nivel 4 de conducción autónoma y, para ello, dedicará una de sus filiales al desarrollo de taxis robot, camionetas de carga autónomas y vehículos autónomos de Nivel 4 para el año 2025.

Otras marcas, quizás de manera más discreta, también están haciendo sus pinitos en el segmento de los coches autónomos. Así, Audi asegura tener la tecnología Nivel 3 preparada desde hace un par de años, mientras que BMW espera comercializar un coche autónomo de ese mismo nivel a partir de 2021.

En China, un mundo aparte por la falta de información y la veracidad de la misma, se ha hablado durante la crisis del coronavirus de transportes totalmente autónomos para el envío de alimentos o medicinas, pero se trata de pequeñas start up de las que no se conoce aún en profundidad el valor y la validez de su tecnología.

El futuro del coche autónomo

Aunque sí existen prototipos de laboratorio, aún no hay vehículos en la carretera que hayan alcanzado los niveles 3 y 4 de conducción autónoma, aunque dentro de un futuro no demasiado lejano (no nos atrevemos a poner fechas, ya que ni las propias marcas de coches lo hacen) sí que se logrará.

Un ejemplo de que los gobiernos ya se están preparando para ello, en materia normativa, es el caso de Estados Unidos. La administración que se encarga de la seguridad del tráfico en las carreteras y de las homologaciones de los vehículos acaba de presentar una propuesta que podrá permitir los vehículos sin volante, claro guiño al vehículo autónomo en su mayor nivel de automatización. Y detrás de Estados Unidos, obviamente, irán países de Europa, con España entre ellos.

No obstante, no será algo ni mucho menos inmediato y tardaremos en ver coches autónomos en nuestras carreteras. Los primeros serán aquellos que se dedican al transporte de mercancías y vemos más complicado su proliferación, tanto por su precio inicial como por el propio recelo que puedan sufrir los conductores, que no terminen de creerse la seguridad de los mismos.

Además, muchos, reconozcámoslo, disfrutamos de la conducción de un coche como si de cualquier otro placer se tratara, por lo que perderlo quizás no sea algo que nos apetezca demasiado… a pesar de que sea más cómodo.

Si quieres conocer más sobre el coche autónomo y otros componentes de tu vehículo, atento al completo glosario del motor que hemos recopilado para ti. Un completo diccionario para conocer a fondo los componentes de tu coche.

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