Qué es el intercooler, para qué sirve y cómo funciona

30 mayo | 2019 | Goodyear

El intercooler es una pieza clave en vehículos turboalimentados. ¿Quieres saber cómo funciona? En Goodyear te contamos para qué sirve este componente

Cada vez son más los vehículos que montan un motor con turbo o compresor, es decir, un sistema de sobrealimentación que lo dote de mayor potencia. Para que ese sistema funcione correctamente necesita de diversas partes, ayudantes que cumplan una función dentro de ese proceso de sobrealimentación. Y uno de ellos es el intercooler, una pieza fundamental en los vehículos con motor turbo que se asocia principalmente a motores diesel, pero que también encontramos en algunos modelos de gasolina. Aquí te vamos a contar qué es el intercooler, para qué sirve y cómo funciona.

Qué es el intercooler y cómo funciona

El intercooler es, literalmente, un intercambiador de temperatura y sirve para enfriar el calor que pasa por el turbocompresor. El intercooler es una de las seis partes en las que se divide el turbo y una de las más importantes, ya que es imprescindible reducir la temperatura del aire que pasa por esta parte del motor, ya que está expuesto a temperaturas de hasta 700 grados.

Los coches que llevan un motor turbo necesitan aire para funcionar: como ya te hemos explicado en el post dedicado al funcionamiento del turbocompresor , los gases de escape mueven una turbina que envía el aire, a través del eje coaxial, hasta el compresor, que es una pieza que recoge ese aire y lo envía a presión hacia los cilindros.

Todo ese proceso tiene lugar en el turbo a temperaturas muy altas, de entre 600 y 800 grados centígrados, lo que provoca que se necesite enfriar antes de que ese aire caliente llegue al sistema de admisión del motor. Para lograrlo disponemos del intercooler, que recibe ese aire caliente por un extremo y lo enfría para enviarlo al motor a una temperatura óptima.

Piezas del motor

Gracias a ese enfriamiento aumenta la densidad del aire que recibe el sistema de admisión del motor, un proceso imprescindible para el correcto funcionamiento del vehículo ya que el aire frío es más denso, contiene más cantidad de oxígeno que el caliente y el oxígeno es vital para la explosión de los motores: cuanto más aire frío llegue al motor, más potencia desarrollará nuestro vehículo.

El proceso es aparentemente tan sencillo como vital para que el motor funcione correctamente: aunque el aire llegue a temperatura ambiente a la caracola de admisión del turbocompresor, se calienta con la presión y necesita que algo lo enfríe antes de llegar al motor. Esa es la función del intercooler en aquellos vehículos que montan un sistema de sobrealimentación en su motor: enfriar el aire y mandarlo a la temperatura óptima al motor.

Dónde está colocado el intercooler

Lo ideal es que el intercooler esté colocado en la posición en la que pueda recibir más cantidad de aire procedente del exterior, ya que de esa manera tardará menos en cumplir su cometido que no es otro que enfriar el flujo de aire que llega procedente del turbo. Por eso se les suele encontrar en el frontal del vehículo, justo por detrás de la rejilla.

Sin embargo, hay algunos vehículos cuyo diseño no permiten colocar el intercooler en el frontal y hay que ubicarlo sobre el motor. En esos casos, la cantidad de aire que llega procedente del exterior es menor, por lo que hay que añadir algunas ayudas adicionales para mejorar el flujo de aire.

Tipos de intercooler

Existen dos tipos de intercooler, aunque la mayoría de los vehículos monta el mismo sistema. El más mayoritario es el intercooler tipo aire–aire, es decir, que una corriente de aire procedente del exterior y a temperatura ambiente pasa a través del radiador y enfría el aire procedente del compresor antes de enviarlo al sistema de admisión del motor.

El segundo tipo de intercooler es el aire–agua que rebaja la temperatura del aire procedente de la caracola del compresor gracias a un sistema de flujo de agua que enfría ese aire.  Son más pequeños que los intercooler aire-aire, por lo que son ideales para vehículos con un espacio disponible reducido. Pero, al mismo tiempo, son más complejos y costosos, por lo que no son fáciles de encontrar.

Un complemento en sistemas que usan turbocompresor

Son muchos los vehículos que, hoy en día, utilizan un turbocompresor: es la mejor manera de que, sin gastar mucho dinero en motores con más prestaciones, se consigan buenos resultados tanto de potencia como de eficiencia. Es decir, gracias al turbo nos ahorramos gastar más dinero en el motor de nuestro coche.

Para que ese sistema funcione correctamente, tanto en los motores que montan turbocompresor como en otros con diversos sistemas de sobrealimentación, es imprescindible el intercooler. Gracias a esta pieza conseguiremos nuestro objetivo: reducir la temperatura del aire, aumentando su densidad y, por tanto, la cantidad de oxígeno que llegará al motor: cuanto más oxígeno llegue, más potencia logrará nuestro vehículo.

Ya sabes qué es el intercooler, para qué sirve y cómo funciona. Ahora, cuando pises el acelerador y entre en funcionamiento el turbo de tu coche, sabrás cómo consigues ese extra de potencia tan necesario en algunos momentos de tu viaje.

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