Sistema HANS: ¿qué es? Uso en competición, ventajas y actualidad

7 octubre | 2020 | Goodyear

¿Sabes en qué consiste el sistema HANS o Head and Neck Support? Descubre la importancia de este sistema de seguridad para pilotos de competición

La seguridad en las competiciones de motor es uno de los apartados que más se cuida. Los pilotos compiten a grandes velocidades y ponen en riesgo su vida en cada carrera, por lo que, a lo largo del tiempo, se han venido desarrollando elementos de seguridad cada vez más innovadores para reducir los daños que puedan sufrir.

En este contexto surge el sistema HANS, siglas en inglés de ‘Head And Neck Support Device’, lo que podría traducirse en español como sistema de soporte para cabeza y cuello. Básicamente, es una especie de collarín destinado a reducir el daño que podría sufrir un piloto fruto de las bruscas deceleraciones que pueden producirse en caso de accidente, ya sea frente a otro rival o contra otro elemento.

Sistema Hans

Orígenes del sistema HANS

El sistema HANS surge en la década de los 80. Este dispositivo fue codesarrollado por el doctor Robert Hubbard, profesor de Ingeniería en la Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos), y su cuñado, el ingeniero y expiloto Jim Downing. La idea de crearlo surgió en 1981 como consecuencia del accidente mortal que sufrió un piloto y amigo de Hubbard que, a causa de la fuerte desaceleración, se fracturó los huesos cervicales y murió.

Hubbard y Downing identificaron la fractura de cráneo basilar como un importante problema de seguridad sin resolver en las competiciones de motor, que causaba, de media, 22 muertes de conductores al año.

Hubbard, que colaboraba con General Motors en su programa de seguridad automovilística, desarrolló su primer prototipo en 1985 y Downing fue el primero en probarlo en la competición, aunque se trataba de un prototipo mucho más grande que el actual. El actor Paul Newman, un gran amante de las carreras de coches, fue el segundo en testarlo.

Tras someterse a pruebas de choque en 1989, logrando reducir la energía liberada tras el impacto en un 80 por ciento, en 1991 comienza a ponerse a la venta una versión hecha a mano, con un precio entre 3.000 y 5.000 dólares. Hubbard y Downing fundan una empresa que es la que se encarga del desarrollo, fabricación, venta y promoción del dispositivo ese mismo año.

En 1995, después de que Roland Ratzenberger y Ayrton Senna perdieran la vida en el Gran Premio de San Marino de 1994 en Italia, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) le pide a Mercedes-Benz que la ayude a desarrollar sistemas de seguridad mejorados para el conductor.

Mercedes-Benz se centra en la adaptación de los airbags a los coches de F1, pero descubre que el dispositivo HANS tiene mejores resultados que los airbags en las pruebas de choque. Fruto de la colaboración con Hubbard y Downing, logran desarrollar la segunda generación del HANS en 1999, con la ventaja de que ya es un elemento que cabe en los monoplazas de Fórmula 1.

Casco de piloto de competición

El HANS en competición

Con el tiempo, el HANS ha ido convirtiéndose en obligatorio en las grandes competiciones automovilísticas del mundo. La muerte de la leyenda americana Dale Earnhard y tres pilotos más en Estados Unidos por lesiones en la base del cráneo debido a impactos frontales supuso el espaldarazo definitivo para la popularización de este sistema de seguridad.

Primero fue en el Championship Auto Racing Teams (CART) estadounidense, en el año 2000, luego la Fórmula 1, en 2003, y en la NASCAR, en 2005. En F1, fue Fernando Alonso el primer piloto que se benefició de las características de seguridad del HANS. En el Gran Premio de Brasil de 2003, el asturiano chocó con una rueda del monoplaza de Mark Webber, que había sufrido un accidente previamente, a 250 kilómetros por hora, para, posteriormente, colisionar contra el muro a 200 km/h, realizando tres trompos y dejando el coche inutilizable. Esta colisión brutal podría haberle causado la muerte, pero gracias al HANS, solo tuvo contusiones en las rodillas. Alonso se declaró “afortunado” de salir casi indemne tras un “impacto enorme”, con mucho el peor de su carrera, tal y como reconoció posteriormente.

A pesar de que en su día muchos pilotos rechazaban su uso por la incomodidad y restricción de movimientos que suponía, ahora el sistema HANS está estandarizado en las competiciones internacionales y ha salvado cientos, por no decir miles, de vidas. Es el resultado de más de 30 años de investigación, desarrollo y uso en el mundo real de las carreras. Unos 150.000 dispositivos HANS han sido vendidos y utilizados por corredores de todo el mundo.

Ventajas del sistema HANS

El dispositivo HANS es un sistema de retención frontal de la cabeza y está diseñado para minimizar el riesgo de lesiones graves en el cuello en un accidente automovilístico. El cuerpo del HANS es un collarín rígido que se usa bajo los cinturones del arnés de hombro y mediante unas correas flexibles se conecta el collar con el casco.

En un impacto, las correas del HANS limitan el movimiento hacia adelante de la cabeza del conductor, el llamado latigazo vertical. Esto también transfiere la carga de tensión del cuello, que es muy frágil, hacia la frente, que es considerablemente más fuerte.

El sistema HANS es una magnífica solución de seguridad para todos aquellos que participen en competiciones de motor y, aunque en un principio no gustaba a todos los deportistas por igual, su incontestable eficacia para salvar vidas y reducir la posibilidad de lesiones graves ha terminado de convencer a todos.

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