Dónde vivir la fiesta de Moros y Cristianos

Descubre los mejores lugares para disfrutar de la fiesta de Moros y Cristianos en toda España. Una fiesta que enamora a todo el mundo ¡Elige tu destino!

Durante todo el año pero especialmente en los meses de verano se celebran en nuestro país una de las fiestas más antiguas y más reivindicativas de nuestro país: la de Moros y Cristianos. Una representación que según la localidad se realiza de un modo distinto pero que tiene siempre un punto en común: rememorar la expulsión de los árabes de la península ibérica.

Fue en el año 711 en que los árabes tomaron casi por completo la conocida entonces como antigua Hispania, convirtiéndola en un califato árabe, el califato Omeya. No sería hasta el año 722 (cuando Don Pelayo liberó Asturias de los musulmanes en la Batalla de Covadonga) en que se comenzó la que hoy conocemos como Reconquista y que tuvo su fin en el año 1492, coincidiendo con el final del Reino Nazarí en Granada.

La de Moros y Cristianos es una fiesta de gran carácter histórico que se viene celebrando desde el siglo XVII, y que nos permite hacer una ruta espectacular por parte de la península ibérica. Es la Comunidad Valenciana, con Valencia y Alicante a la cabeza, los lugares en los que más celebran esta festividad pero no las únicas paradas en esta ruta por España.

Si has llegado tarde a la fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy, que tiene su epicentro invariablemente cada año en torno al 23 de abril, repasamos para ti las celebraciones de Moros y Cristianos que no puedes perderte y que cada verano recorren la Península. Sólo como apunte, la cita en Alcoy, declarada de Interés Turístico, se celebra en honor a San Jorge, patrón de la ciudad, por eso esta conmemoración de la Reconquista se adelanta en el calendario festivo al resto. ¡Poneos vuestras mejores galas porque nos vamos de Reconquista!

Villajoyosa (Alicante): el desembarco morisco

La fiesta de Moros y Cristianos de Villajoyosa se celebra del 24 al 31 de julio, coincidiendo con las fiestas en honor a la patrona Santa Marta. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2003, tiene lugar desde hace más de 250 años. En esta fiesta se recrea la batalla en la que los berberiscos atacaron la ciudad en el año 1538. Es una de las batallas más espectaculares porque no solo se realiza su teatralización en tierra, sino también en el mar, recreando la lucha naval y el posterior desembarco de las tropas berberiscas que, finalmente, fueron repelidas por los habitantes de la localidad. La noche del 28 de julio se rememora dicha batalla y el espectáculo de luces y fuegos sobre el mar resulta sobrecogedor. Al amanecer se recrea la cruenta batalla que tuvo lugar en la orilla.

Imprescindible asistir a la entrada de las tropas cristianas en la localidad. Las tropas desfilan por toda la localidad mostrando sus ricos ropajes y sus espectaculares armas. El tradicional programa de festejos, que este año podría estar condicionado por los avances de la situación sanitaria como recordaron las autoridades locales, incluye el embarque de los festeros que representan piratas, corsarios y pescadores que fueron a la lucha, y el día 28 el desembarco y posterior batalla. Una fiesta digna de presenciar. Si realizas el viaje en familia, te recomendamos una ruta por Alicante en la que podrás disfrutar de lo mejor de la provincia.

Cocentaina (Alicante): la Entrada

Las Fiestas se celebran siempre el segundo fin de semana de agosto, de viernes a lunes. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, se celebra desde el año 1766 y rememora la reconquista de la comarca del Comtat de mano de los árabes. Comenzó siendo una celebración sencilla, con una misa en honor a la Virgen, que se dató, según los libros de la localidad, en el año 1695 hasta la actualidad, en la que los desfiles de las tropas por las calles de la localidad y las batallas resultan impresionantes. Desfilan en la localidad varias comparsas, cuya aprobación y salida pasa primero por la Federación Junta de Moros y Cristianos, una comitiva que utiliza las leyes ‘festeras’ que ya se habían escrito en la localidad en el año 1887 bajo el nombre de ‘Costumbres y Pautas de Conductas Festeras’.

Las celebraciones incluyen la presentación y desfile de las ‘filaes’ que termina en una tradicional comida denominada la ‘Nit de l’Olla’, un plato compuesto por arroz, judías blancas, tocino, pencas y costillas de cerdo. El sábado se realiza la Embajada del Contrabando, una representación que recuerda las palabras que se dirigieron maseros y contrabandistas antes de que estos últimos pudieran entrar en la localidad para luchar contra los moros. A partir de las ocho de la tarde se realiza la entrada oficial de las tropas moras y cristianas. El domingo se suceden numerosos desfiles tanto por el día como por la noche, y es el Día de Alardo cuando se representa la rendición mora ante del capitán cristiano. Imprescindible asistir a la Embajada de los Tomates, a las dos de la tarde, en donde las diferentes tropas o ‘filaes’ se declaran la guerra que inician a tomatazo limpio.

Si después de tanta fiesta lo que necesitas es descansar te aconsejamos que vayas a las numerosas playas de la zona, que se encuentran entre las más visitadas de España.

Benamahoma: la sierra de Cádiz celebra Moros y Cristianos

El primer fin de semana de agosto, es habitual que la sierra de Cádiz acoga la única fiesta de Moros y cristianos que se celebra en Andalucía Occidental. Pendiente de confirmar los festejos, Benamahoma se engalana cada verano para celebrar sus fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Antonio de Padua. Estas fiestas cobran especial importancia en la localidad porque la zona era la frontera natural del reino nazarí de Granada. Tiene también la particularidad ser la fiesta que se celebra más al occidente de la península ibérica. Los desfiles de las tropas moras y cristianas por la localidad resultan impresionantes y más todavía la representación de la lucha cuerpo a cuerpo entre los contrincantes. Como en casi todas las localidades, son las tropas moras las que parten con ventaja, quedándose en este caso en su poder con la figura del San Antonio de Padua. Tras dos días de lucha, las tropas cristianas no solo recuperan a su santo sino que obligan a las tropas moras a rendirse.

Si realizas el viaje con niños disfrutarán de las luchas entre las tropas infantiles que se realizan por las mañanas. Cada año, el último día, tras la tediosa batalla final, en la que el capitán cristiano castra, simbólicamente al capitán de las tropas árabes, hay una degustación gratuita de la mejor gastronomía de la localidad. Si esta batalla te ha abierto las ganas de aventura, no te pierdas las maravillas de la Sierra de Cádiz, comenzando por la Sierra de Grazalema, en donde se ubica Benamahoma.

Onteniente (Valencia): 4 días de festejos

Onteniente se llena de luces y actos para celebrar sus fiestas de Moros y Cristianos en honor al Cristo de la Agonía el cuarto fin de semana de agosto: del 25 de agosto al 29 agosto. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, nació en el año 1860 para celebrar la toma de Tetuán por las tropas españolas. En su primer año se realizó en tres jornadas y se disputó entre las comparsas de Cruzados, Tomasinas, Estudiantes y Marineros por parte de las tropas cristianas y Moros de Caballería, Moros de Rif y Moros del Rey por parte de las huestes árabes. A día de hoy, esta fiesta representa la conquista cristiana de la villa por parte del Rey Jaime I.

La fiesta actualmente transcurre en numerosos días y arranca con la Presentación de los Cargos, que se celebra el primer día de las fiestas, en la que se presentan formalmente las tropas de ambos bandos, los embajadores y los capitanes abanderados y se da El Pregón. La tradición incluye diferentes actividades, pendientes de confirmar para esta edición: el impresionante desfile de hasta doce comparsas al ritmo de la marcha cristiana, la toma de la villa por parte del Ejército de la Luna, la entrada del bando Contrabando, es decir, los marineros y los contrabandistas, y la Bajada del Santísimo Cristo de la Agonía. El ataque del castillo y las primeras reyertas así como el desfile final completan el programa de actos según la tradición, que finalizar con la Subida del Cristo. Si estás de viaje por la zona, Valencia tiene numerosas actividades y lugares para visitar, ¡no dudes en darte una vuelta por la comunidad!

A Saínza celebra su batalla entre moros y cristianos

La batalla entre Moros y Cristianos no es sólo potestad del Levante español. Hasta una pequeña localidad de la provincia de Ourense viajamos ahora para rememorar otra épica batalla: la fiesta de A Saínza. Rairiz de Veiga espera hasta septiembre para celebrar su procesión de la Virxe da Mercé (con salida de la plaza de la iglesia de San Xoán de Rairiz y finalización en el campo do Castelo en A Saínza). Pero el acto más esperado de la jornada dominical tiene lugar en ese mismo campo reconvertido en lugar de la emblemática batalla entre moros y cristianos. Más “enxebre”, sin desfiles ampulosos y extensos programas de actividades, la fiesta de A Saínza es, sin embargo, un clásico del calendario festivo gallego.

Villena (Alicante): más de 11.000 participantes

Más de 11.000 participantes, 14 comparsas y 5 días de fiesta sin fin le han valido a los Moros y Cristianos de Villena para hacerse con el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Está considerada como una de las más multitudinarias ya que todo el pueblo se vuelca con esta celebración que comenzó en el año 1474, cuando la Virgen de las Virtudes fue proclamada como patrona de Villena por haberles protegido de la peste. La fiesta grande tiene lugar cada año entre el 4 y el 9 de septiembre y es el resultado de la fusión de la fiesta religiosa en honor a la Virgen, de la fiesta de origen militar con el alarde y de la propia representación de moros y cristianos.

Hay un total de 14 comparsas, divididas en 7 del bando moro y otras 7 del bando cristiano. Antes de viajar, consulta el programa de fiestas por si hubiera modificaciones sobre las actividades planteadas en ediciones anteriores: cena de confraternización, tirada de fuegos artificiales desde el Castillo de la Atalaya, pregón y entrada de las comparsas que envuelve en un ambiente único a la localidad alicantina. El punto y final en la jornada dominical es la Romería de Despedida y la vuelta de la imagen de la Virgen de las Virtudes a su santuario con un gran desfile en el que participan todas las comparsas con sus respectivas bandas de música.

Campillo de Arenas: batallas en el sur de Jaén

La población jienense de Campillo de Arenas también celebra sus fiestas de Moros y Cristianos en verano, concretamente, el segundo fin de semana de agosto. En esta ocasión, en honor de la venerada Virgen de la Cabeza y con fama de ser de las más fieles a la tradición de Andalucía. Esta localidad se sitúa muy cerca de la que fue durante años frontera del Reino Nazarí de Granada y del Reino Cristiano de Jaén. De hecho, en el castillo de Arenas tuvieron lugar épicos enfrentamientos entre moros y cristianos. Solamente hay que dar un salto temporal de unos pocos siglos de nada para trasladar estas batallas a la actualidad.

Los moros y cristianos de Campillo de Arenas, que se celebran desde el siglo XVIII, empiezan con una ofrenda floral en honor a la patrona. Durante la procesión de la Virgen de la Cabeza se producen las primeras avanzadillas y los moros intentan robar la figura al bando cristiano. Tras una batalla, consiguen la talla y la guardan en el castillo. A partir de aquí, comienzan los asaltos y las luchas entre ambos bandos se suceden con espectaculares combates, tambores y tracas, que no cesan ni en la noche. Uno de los actos más destacados y que no te puedes perder tiene lugar en la mañana del domingo: el robo de las escopetas. Tras los enfrentamientos, llega la embajada en la que se convence al embajador moro de que se una a la lucha cristiana. Los eventos festivos finalizan en la jornada del lunes con la Misa de los Comisarios.

Asistir a una fiesta de Moros y Cristianos resulta imprescindible si se quiere conocer un poco más de nuestra historia, de las influencias árabes en la Península y de un tiempo que las batallas estaban a la orden del día. Por suerte, hoy tan sólo debemos celebrar esta fiesta como lo que es, un recordatorio de una batalla lejana, nunca un enfrentamiento entre culturas.