Conducción preventiva: trucos y consejos para una conducción segura

23 noviembre | 2022 | Goodyear

Te proponemos algunos interesantes trucos y consejos sobre conducción preventiva que te serán de utilidad: ¡La seguridad es lo primero!

¿Qué es la conducción preventiva o defensiva? ¿Qué principios básicos debes tener en cuenta? La conducción preventiva se trata de que te adaptes a todas las circunstancias que pueden influir en la conducción: el vehículo, el entorno, los conductores (los demás y tú) y los procesos implicados en la conducción. Por lo tanto, este tipo de conducción se basa, principalmente, en la prevención y anticipación. No obstante, para que la conducción preventiva se desarrolle perfectamente, has de tener en cuenta una serie de atenciones integrales.

En primer lugar, uno de los conceptos clave  de la conducción preventiva es la distancia de seguridad. Has de valorar que tenemos una capacidad de reacción que oscila alrededor de 3/4 de segundo. Sin embargo, igual de importante que esta rapidez en la reacción es la velocidad que lleva tu vehículo. A mayor velocidad, lógicamente, más metros recorrerás en una frenada de emergencia, con el consiguiente riesgo de que tu vehículo pueda impactar con el de delante. Por lo tanto, te conviene calcular una distancia de seguridad suficiente para que, en caso de maniobra imprevista del vehículo que va por delante, el tuyo no choque bruscamente contra él. No lo dudes, las zonas de seguridad o perímetros de seguridad son clave.

Por otro lado, tienen influencia en la cuestión de la distancia de seguridad y otras generales de la conducción las circunstancias relativas a la meteorología y al estado de la carretera. Si el firme se encuentra en mal estado, está resbaladizo o nuestra visibilidad se encuentra mermada por la lluvia o niebla, en buena lógica, hemos de adaptar nuestra conducción (generalmente, mediante una reducción de la velocidad) a estas circunstancias.

Conducción preventiva: ¡anticípate!

Como puedes ver, siempre hemos de intentar anticiparnos a los imprevistos que puedan suceder. Por ejemplo, con los vehículos de emergencia o que tengan prisa. En este aspecto, hemos de tratar de dejarles paso, ya que interponernos en su camino puede ocasionar problemas o incluso algún accidente tanto a ellos como a nosotros.

Por otra parte, en todo caso, nos interesa mantener una estricta disciplina de carril. Tanto en la conducción más monótona como en los casos de adelantamiento. Es importante circular siempre por el carril derecho y utilizar el resto de carriles solo en caso de adelantamiento. Además, hay que tener en cuenta que la parte central del carril es la correcta y por donde debemos circular. De hecho, en los arcenes y zonas como líneas de pintura, corremos el riesgo de sufrir resbalones cuando circulemos por firme irregular.

Trucos y consejos de conducción preventiva

Centra tu atención

Los estudios de la DGT sobre los accidentes en carretera revelan que las cinco distracciones más habituales al volante tienen que ver con el uso del teléfono móvil, el cansancio, el GPS, manejar la radio o distraerse con los acompañantes. Por eso, es fundamental mantener la atención en la vía para saber siempre qué ocurre a nuestro alrededor y poder actuar a tiempo.

Mirar frecuentemente los espejos, tener cuidado con los ángulos muertos o actuar con precaución tanto en las incorporaciones como en las glorietas son algunos consejos para conducir bien y actuar de forma preventiva. También se recomienda extremar la atención en las intersecciones complicadas y en los pasos para peatones de las ciudades, ya que se producen demasiados accidentes cada año por distracciones evitables.

Conducción sin sobresaltos

Al hilo de la concepción global de la conducción preventiva, hemos de señalar que hay una parte muy personal en la preparación para una conducción sin riesgos y que esta empieza, además, antes de ponerse al volante. Conducir es una gran responsabilidad, por lo que hemos de estar al 100 % para que nuestra conducción se desarrolle sin sobresaltos. Depende de nosotros que nuestro vehículo esté en perfectas condiciones de uso. Por ejemplo, en este aspecto, revisar los neumáticos es fundamental.

Asimismo, no nos la hemos de jugar viajando sin haber descansado lo suficiente o bajo los efectos del alcohol. En ambos casos, se trata de imprudencias que, como decía el anuncio, desgraciadamente se pagan muy caras. Por consiguiente, hemos de mantener una tensión constante en nuestra conducción y, en ningún caso, confiarnos. De hecho, hemos de tener claro que los trayectos cortos son tan peligrosos como los largos y, en muchas ocasiones, los accidentes suceden en trayectos de pocos kilómetros, ya que se realizan por carreteras secundarias que tienen más peligro que autovías y autopistas.

Retrovisor conducción preventiva

La importancia de los neumáticos

Sabemos que los neumáticos son el único contacto de nuestro vehículo con el asfalto, por lo que llevarlos en buen estado es fundamental para evitar posibles accidentes. Un buen mantenimiento no solo nos ahorrará sustos durante la conducción, sino que, además, nos ayudará a ahorrar dinero ya que gastarán menos combustible cuando circulen con la presión adecuada.

Pero, además, no todos los neumáticos sirven para todo el año. A la hora de elegir neumáticos de invierno hay que tener en cuenta las temperaturas de la zona en la que vivimos o por la que circulamos habitualmente. Si bajan de los 7 bajo cero, entonces necesitamos neumáticos específicos para esta época del año. Si no, te recomendamos los neumáticos all-seasons que incorporan tecnología para asegurar su rendimiento en superficies mojadas, con hielo o aguanieve, pero que también responden perfectamente cuando las temperaturas suben en verano.

Circular en invierno

De la misma manera que tenemos claro que no nos vestimos de la misma manera en invierno y en verano, hay que ser conscientes de que no se puede conducir de la misma manera con frío o con calor. Las condiciones meteorológicas afectan directamente a la circulación, por lo que hay que extremar las precauciones cuando llegan las temperaturas más bajas del año y nos enfrentamos a fenómenos climatológicos adversos.

Lo primero que hay que hacer en materia de conducción preventiva para conducir en invierno  es hacer una puesta a punto del vehículo. Se trata de una revisión rápida de los niveles de aceite y anticongelante, así como de la batería y la iluminación para confirmar que el coche responderá ante cualquier necesidad.

Conducir con niebla es otro de los peligros a los que nos enfrentamos en invierno. Es importante reducir la velocidad, no realizar adelantamientos si no se ve lo suficiente, eliminar el vaho y, por supuesto, utilizar las luces. Hay que llevar las luces de posición y la de cruce, pero no las largas, ya que pueden producir un efecto espejo. Las luces antiniebla solo debemos encenderlas cuando no somos capaces de ver las luces de posición del vehículo que nos precede en la carretera.

Otro de los riesgos del invierno tiene que ver con conducir con nieve: hay que tener en cuenta que el estado de la nieve cambia permanentemente por un proceso físico denominado sinterización. Eso hace que en pocos minutos podamos pasar de nieve fresca a compacta o dura, por lo que hay que extremar la precaución. En todos los casos es fundamental reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, evitar maniobras bruscas y usar el freno motor siempre que sea posible, ya que el pedal de freno puede provocar derrapes y patinajes indeseados.

La lluvia es otro factor presente en todos los inviernos y que afecta directamente a la conducción. Algunos consejos de conducción preventiva en este aspecto pasan por cambiar anualmente las escobillas y mantener el parabrisas limpio, además de llevar tanto los frenos como los neumáticos en buen estado para evitar el aquaplanning.

En definitiva, te hemos proporcionado una serie de consejos y trucos para que hagas de la conducción preventiva una saludable costumbre. 

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